La
Armada estadounidense quiere incorporar a sus buques armas láser
capaces de derribar misiles en vuelo. Una nueva tecnología, aún en fase
de desarrollo, que quiere impulsar rápido. Por ello, la Oficina de
Investigación Naval ha organizado para finales de abril una gran mesa
redonda sobre tecnologías de última generación, que incluirá un gran
apartado sobre armas de alta energía. Un evento que precederá a la
demostración práctica que espera realizar la Armada, antes de verano, de
un nuevo cañón láser, instalado en su buque de desembarco Ponce.
Con
ello, los responsables de la Armada quieren aprovechar la repercusión
mediática del ensayo para conseguir más financiación para su proyecto y,
además, demostrar el alto nivel tecnológico de sus barcos. De hecho, el
Ponce es uno de los últimos en haber sido modernizado para utilizarse
como plataforma de aterrizaje y despegue de helicópteros, así como de
aviones no tripulados, muy utilizados en la lucha antiterrorista.
La
razón para apostar por este tipo de armamento es que, una vez
desarrollado, los expertos consideran que su uso es mucho más económico
que los sistemas convencionales, al no tener coste de munición, ya que
su fuente de energía proviene del combustible del propio barco.
Eso
sí, los expertos de la Armada también han confesado que los primeros
sistemas de energía dirigida que utilizarán no tendrá gran potencia y
podrán, como mucho, dañar el motor de pequeñas embarcaciones o derribar
UAV de tamaño medio, por lo que, de momento, serán ineficaces ante
sistemas como los misiles antibuque. Precisamente el uso de armas láser
para derribar drones es una de las áreas en las que trabajan ejércitos
de varios países, como el alemán, desde hace años.
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