Si
las últimas noticias divulgadas por los medios de información no son
falsas, Rusia que desarrolla desde hace mucho la cooperación militar con
Siria, puede suministrar en breve (o ya ha suministrado) a Damasco
sistemas avanzados de defensa antiaérea S-300, que alterarán el
equilibrio de fuerzas en el conflicto que se libra desde hace 26 meses
en el país de Oriente Próximo.
Pero hay muchas dudas al respecto.
Al recibir las baterías de misiles el régimen del presidente sirio,
Bashar Asad, tendrá a su disposición un armamento potente que podrá
repeler hipotéticos ataques aéreos lanzados por las fuerzas extranjeras,
teniendo en cuenta que se analiza la posibilidad de la intervención
extranjera en el conflicto. Además, esto quebrantará un acuerdo frágil
conseguido la semana pasada entre Moscú y Washington, que esperan sentar
a las partes del conflicto sirio a la mesa de negociaciones.
Pero, en realidad, falta información fiable sobre el suministro de
sistemas antiaéreos S-300 a Siria. ¿Hubo en realidad un contrato al
respecto? ¿Cuáles son sus condiciones? ¿Se ha cumplido una parte de este
contrato? A día de hoy, todo lo que ha salido a la luz pública sobre el
suministro de sistemas S-300 está basado en documentos secretos,
fuentes anónimas, rumores y ambigüedades. RIA Novosti trata de
desenredar la intriga y responder a varias preguntas.
- ¿Hubo un contrato para el suministro de sistemas antiaéreos S-300 a Siria?
Se trata, en su mayoría, solo de rumores. El único documento real fue
el informe anual realizado en 2011 por el fabricante de sistemas de
misiles antiaéreos S-300, la Empresa de Construcciones Mecánicas ubicada
en la ciudad de Nizhni Novgorod (curso medio del Volga), en el que fue
mencionado un contrato de suministro de baterías de misiles a Siria.
Este informe desapareció posteriormente del sitio web de la planta, pero
fue citado por el diario ruso Vedomosti, según el cual el contrato
ascendió a 105 millones de dólares. La entrega de un número desconocido
de sistemas S-300 fue planeada para el período entre 2012 y principios
de 2013.
Otra información sobre la supuesta venta de sistemas S-300 a Siria se
basaba en datos suministrados por servicios secretos anónimos y fuentes
diplomáticas, incluidos los citados por el diario ruso Kommersant y The
Wall Street Journal, según los que el contrato por valor de 900
millones de dólares estipulaba el suministro de cuatro baterías S-300 y
144 misiles cuya entrega posiblemente debería iniciarse hacia finales
del verano próximo. Según los expertos, el coste estimado de un sistema
de misiles S-300 es de unos 115 millones de dólares. Además, cada misil
se valora en aproximadamente un millón de dólares.
Ni Damasco ni la agencia exportadora de armas rusa Rosoboronexport
nunca han hecho comentarios respecto al contrato anunciado. El
Ministerio ruso de Asuntos Exteriores destacó en reiteradas ocasiones
que Rusia sigue cumpliendo los contratos existentes para suministro de
armas, incluidos los sistemas de defensa antiaérea, al Gobierno de Siria
y que dichas armas no tienen un carácter ofensivo, sino únicamente de
defensa. Pero nunca se ha concretado de qué sistemas se trata. Es
posible que el contrato para el suministro de sistemas S-300 no se hayan
firmado nunca o algunas baterías de misiles de este tipo ya hayan sido
entregados a Siria durante los últimos dos años, como afirmaron varios
medios de información en diciembre pasado.
- ¿Quién toma la decisión final sobre la suscripción de
contratos? ¿Puede la comunidad internacional o una tercera parte
impedir su cumplimiento?
Los respectivos contratos se suscriben entre Moscú y Damasco, es
decir, todo está en manos del presidente ruso, Vladimir Putin. Hay pocos
tratados internacionales sobre el comercio de armas y éstos tan sólo
abordan los asuntos relacionados a la exportación de armas estratégicas y
de destrucción masiva, pero no se extienden a los sistemas de defensa
antiaérea. Rusia bloqueó en el Consejo de Seguridad de la ONU todos los
intentos de introducir embargo para el suministro de armas a Siria. Está
claro que una aguda polémica al respecto existe, pero no sale a la luz
pública.
- ¿Por qué los sistemas S-300 son peligrosos? Su fabricación en serie comenzó en 1978. ¿No están obsoletos ya?
Los sistemas de misiles S-300 se sometieron a la modernización en
reiteradas ocasiones. El modelo S-300PMU2 Favorit puede lanzar seis
misiles a la vez, cada uno de los cuales es capaz de destruir aparatos
aéreos que vuelan a una velocidad varias veces mayor que pueden alcanzar
cazas F-16 y F-22 que representan el grueso de los arsenales de la
Fuerza Aérea de Israel y de EEUU, así como interceptar misiles
balísticos. Las tropas terrestres pueden destruir estos misiles o
ponerlos fuera de servicio, pero es una tarea complicada. Así las cosas,
en caso de que Siria disponga de tales sistemas, los riesgos y el coste
de ataques aéreos contra este país aumentarán drásticamente.
- ¿A quién pueden apuntar los misiles S-300?
Es evidente que los sistemas de misiles S-300 no apuntarán a los
rebeldes sirios, porque éstos no disponen de aparatos aéreos. Aunque es
técnicamente posible reprogramar estos sistemas para que pudieran
destruir objetivos terrestres, pero tomando en consideración el precio
de los misiles, que es de 700.000 dólares a 1,2 millones de dólares,
esto se podría comparar con el deseo de clavar clavos con tabletas
digitales. Por otro lado, los intentos de las fuerzas extranjeras de
imponer una zona de exclusión aérea sobre Siria, como en Libia en 2011,
pueden acabar con lo que el editor de la revista Natsionalnaya oborona
(Defensa nacional), Ígor Korótchenko, describió como “decenas de
aparatos aéreos destruidos y ataúdes cubiertos con la bandera nacional
de EEUU, lo que es inaceptable”.
- ¿Cuáles son los posibles plazos de suministro de
sistemas S-300 a Siria? ¿Cuándo podrá el presidente sirio, Bashar Asad,
destruir cazas del enemigo en el cielo sirio?
El despliegue de sistemas S-300 lleva unos cinco minutos. Pero antes
es necesario fabricarlos, probarlos, transportarlos y adiestrar al
personal. Durante la realización de estas tareas pueden surgir varios
problemas. A juzgar por todo, el Gobierno sirio dispone de recursos
financieros suficientes. El transporte de las baterías de misiles de San
Petersburgo al Puerto sirio de Tartus llevará unas dos semanas, en caso
de que la carga no sea detenida por las autoridades de Finlandia, por
ejemplo, o no se impida al buque entrar en los puertos europeos, porque
su seguro ha expirado. Ambas historias tuvieron lugar en realidad con
los buques rusos que supuestamente transportaban armas a Siria.
A juzgar por todo, Damasco no podrá recibir sistemas de misiles rusos
en breve. The Wall Street Journal señala, citando fuentes
estadounidenses que a su vez citan fuentes israelíes, que Rusia puede
suministrar los sistemas de defensa antiaérea a Siria hacia agosto
próximo.
Por su lado, el diario árabe con sede en Londres, Al-Quds Al-Arabi,
afirma que las baterías de misiles S-300 han llegado ya a Siria y están
todavía bajo control de Rusia. Según los expertos rusos, es poco
probable que el fabricante disponga de sistemas S-300 listos para ser
enviados a Siria. Los sistemas acabados que podrían fabricarse por el
contrato con Irán rescindido en 2010 ya fueron contratados hace mucho
por otros clientes, como Argelia. Así es la opinión de Ruslán Pújov,
director del Centro de Análisis de Estrategias y Tecnologías. Esto
quiere decir que sería necesario fabricar nuevos sistemas para Siria y
someterlos a pruebas. Y esto puede llevar aproximadamente un año, dijo
Pújov.
Además, se debería adiestrar a decenas o hasta centenas de
especialistas sirios para que pudieran manejar estos sistemas
complicados, lo que llevará unos seis meses. Esto aumenta los plazos de
suministro de misiles S-300 establecidos por Asad, que espera tener los
sistemas de defensa antiaérea completamente listos hacia el próximo mes
de noviembre. La primavera de 2014 parece un plazo más real.
Alexey Eremenko
© RIA Novosti. Igor Zarembohttp://sp.rian.ru
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