Rusia lleva a cabo una doble estrategia: fortalecer las relaciones
con sus socios tradicionales, y buscar nuevos mercados para sus armas
punteras.
Rusia es el segundo mayor exportador
mundial de armas. Moscú provee de armas y equipamiento militar a 66 países, ha
cerrado acuerdos para cooperación técnica y militar con 85 y su cartera de
clientes para productos relacionados con la defensa alcanza en la actualidad un
valor de 46.300 millones de dólares. El total de las exportaciones de armas
rusas alcanzó los 15.200 millones de dólares en 2012, un 12% más que el año
anterior.
¿Será Turquía el nuevo objetivo de mercado
para las armas rusas?
Durante 20 años, Moscú ha tratado
repetidamente de atraer a las fuerzas militares turcas con su avanzada
tecnología. Y volvió a intentarlo en la exposición IDEF 2013, donde presentó su helicóptero de ataque Ka-52 Alligator, basado en el Ka-50, y
el Mi-28NE Night Hunter.
La propuesta para comenzar el desarrollo de
un sistema de misiles tierra-aire (SAM) conjuntamente con Ankara fue, quizás,
la consecuencia más sorprendente de IDEF 2013. El SAM será un desarrollo del
sistema ruso S-300V Antey-2500. Además del Antey, Moscú ha ofrecido el Buk-M2E
y el sistema de misiles tierra-aire Tor-M2E, a los que se añade también el
sistema combinado de artillería y misiles Pantsir-S1.
Anatoli Axiónov, responsable de la
delegación rusa y subdirector de Rosoboronexport explicó que la gran presencia rusa en IDEF 2013 se debía al hecho de que
Turquía era el primer miembro de la OTAN que había establecido una estrecha
relación militar y técnica con Moscú.
Anatoli Isaikin, director general de Rosoboronexport,
subrayó que Ankara y Moscú tienen grandes oportunidades para comerciar con un
abanico más amplio de productos militares. Sin embargo, advirtió que no se
puede esperar un gran incremento en la exportación de armas rusas a Turquía.
Con la vista puesta en Latinoamérica
Los exportadores de armas rusos también
están valorando las oportunidades que ofrece el mercado latinoamericano. "Según los cálculos de nuestros expertos, el volumen del mercado de armas
latinoamericano alcanzará los 50.000 millones de dólares en los próximos diez
años. Si centramos allí nuestros esfuerzos, se podrían firmar contratos
equivalentes", dijo Serguéi Goreslavski, el representante de la empresa
estatal de alta tecnología Russian Technologies (Rostec).
Añadió además que Venezuela, Perú, Brasil,
Argentina y México estarían interesados en adquirir helicópteros y sistemas
de defensa aérea.
Grigori Kozlov, responsable del
departamento de exportaciones de helicópteros de Rosoboronexport, afirmó que
hay un elevado potencial para la cooperación con prácticamente todos los países
de la región, especialmente Brasil, donde ya se usan con éxito los helicópteros
Mi-35M.
El principal socio comercial de la región
es una vieja amiga de Rusia: Venezuela, en la actualidad el segundo mayor comprador de armas rusas después de India.
El Centro de Análisis para el Comercio de
Armas Mundial calcula que el valor del equipo adquirido por Caracas a la
industria militar rusa asciende a 4.400 millones de dólares. Esto incluye 24
aviones de combate Su-30MK2V, 100.000 fusiles AK-103, más de 40 helicópteros
multifunción Mi-17V-5, 10 helicópteros de ataque Mi-35M2, 3 helicópteros
Mi-26T2 para transporte pesado y 5.000 rifles de repetición SVD.
Rusia y Perú firmarán a finales de mayo un
contrato para la modernización de la flota peruana de aviones de combate MiG-29
Fulcrum, según declaró el 20 de mayo Konstantín Biryulin, vicedirector del
Servicio Federal Ruso para la Cooperación Militar y Técnica.
Egipto: una oportunidad perdida
Una fuente del Gobierno ruso declaró al
diario Izvestia el pasado 20 de mayo que Egipto canceló el contrato
firmado con Rusia para la creación de municiones guiadas de 155 mms para los
obuses US M-190, en uso en el ejército egipcio, después de que la entrega se
pospusiese nueve veces.
A consecuencia de esto, Rusia ha perdido
uno de los mercados más prometedores en Oriente Medio, hacia donde están ahora
dirigiendo activamente sus esfuerzos los EE UU. "Los egipcios se cansaron
de esperar y rompieron el contrato el año pasado. La información no se difundió
para no dañar la imagen de las armas rusas", explicó la fuente.
Alexander Konovalov, director del Instituto
de Análisis Estratégico, afirma que el problema con el contrato egipcio surgió
por un dumping de Rosoboronexport, que estaba tratando de volver al mercado de
armas egipcio. La compañía cree todavía que los problemas con este contrato no
afectarán negativamente a las relaciones militares y técnicas entre los dos
países.
Para la realización de este artículo se ha utilizado material procedente de Rosoboronexport,RIA Novosti e ITAR-TASS.
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