Las descripciones de estos lanzamientos,
ofrecidos por los medios chinos y expertos estadounidenses, difieren
poco, señala Vasili Kashin, experto del Centro de análisis de
estrategias y tecnologías.
La agencia noticiosa Xinhua
ha transmitido la declaración de la Academia china de Ciencias sobre el
lanzamiento de misiles meteorológicos. Es un ingenio ampliamente
empleado por muchos países para realizar estudios científicos.
Los
misiles balísticos, relativamente baratos y sencillos, que no tienen
potencia suficiente para alcanzar la órbita circunterrestre, pero
capaces de llegar hasta las capas superiores de la atmósfera e incluso
hasta el espacio cósmico, llevan instrumentos científicos. Pueden
investigar la atmósfera, irradiaciones cósmicas, así como emplearse para
otras finalidades.
China lanza cohetes meteorológicos
con regularidad. El primer cohete de este tipo, T-7, fue lanzado en
1965. El principal Centro espacial chino Wenchang que se está
construyendo en la isla de Hǎinán, había comenzado su trayectoria en los
años 80 como base de lanzamiento de cohetes meteorológicos.
Según
informan los medios chinos, el 13 de mayo fue lanzado el nuevo misil
Gunpeng-7, desarrollado por el Consorcio de cohetería espacial CASIC.
Según los datos que obran en poder del Centro astrofísico de la
Universidad de Harvard (EEUU), alcanzó 10 000 kilómetros sobre el nivel
de mar, estableciendo de este modo el récord de un vuelo suborbital
desde 1976. Según la información disponible, los anteriores cohetes
meteorológicos chinos alcanzaban alturas de doscientos kilómetros.
Según
datos estadounidenses, para el nuevo lanzamiento fue empleado un cohete
potente que podría portar arma antisatélite. Ello no obstante, no se
han registrado indicios algunos de ensayos militares. Podría haber sido
un lanzamiento para investigar la magnetosfera de la Tierra, tal como
aseveran los chinos.
Tanto los chinos como los
estadounidenses mencionan afirman que el cohete alzó vuelo desde el
Centro de Lanzamiento de Satélites de Xīchāng, situado en la provincia
de Sechuán. El año pasado, en este Centro se ensayaron armas
antisatélite chinas. El consorcio CASIC es el principal fabricante chino
de misiles balísticos a base de propelente sólido y responde por el
programa de desarrollo y ensayos de armas antisatélite. Actualmente,
CASIC fabrica y comercializa dos tipos de vehículos impulsores: KT-1
(desarrollado tomando como prototipo el cohete de alcance medio DF-21) y
KT-2 (desarrollado tomando como prototipo el cohete intercontinental
DF-31А). Según informes estadounidenses, ambos impulsores figuran
asimismo en el programa de desarrollo de las armas chinas antisatélite.
Resumiendo,
el experimento científico pudo haber perseguido, entre otros objetivos,
el de ensayar y poner a punto tecnologías y sistemas, desarrollados en
el marco de programas militares. Es bien probable que EEUU interprete
este experimento como otro testimonio de los progresos chinos en el
ámbito de los armamentos espaciales.
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