España iniciará a finales de este mes de mayo su adhesión al Mando Europeo de Transporte Aéreo (EATC, por sus siglas en inglés), un proceso que durará un año, según han indicado fuentes del sector a Infodefensa.com. Actualmente, la representación española en el Mando se limita a un oficial de enlace en la sede del organismo, en Eindhoven.
Creado en 2010 por Alemania, Francia, Bélgica y Holanda,
el EATC tiene el mando operacional sobre una fuerza multinacional de
aeronaves de transporte de estas cuatro naciones y el objetivo es
mejorar la eficiencia en el transporte aéreo militar.
Para ello,
el Mando recibe distintas misiones de transporte de los estados
participantes y trata de ajustar el conjunto de los servicios a prestar a
la aeronave disponible con volumen de carga más adecuado. De esta
forma, se evitan viajes de regreso vacíos y se procura que el volumen
transportado sea lo más parecido posible al disponible.
El EAT
recibió la certificación de capacidad inicial de operación (IOC) en 2011
y este año tiene previsto alcanzar la capacidad total (FOC).
En su informe “El impacto de la crisis económica en la Defensa: autónoma irrelevancia o acción combinada”, el investigador Bernardo Navazo afirma que el EATC es un ejemplo de programa de cooperación militar exitoso.
En
primer lugar, destaca que la capacidad militar que proporciona el
EATC, el transporte estratégico, aunque no es una capacidad directa en
combate de alta intensidad, sí es una capacidad crítica de la que los
estados no quieren desprenderse.
En segundo lugar, Navazo asegura que la presencia de salvaguardas y opt-out clauses “lima
posibles recelos operacionales”: cada participante puede despachar
órdenes de revocación inmediata de autoridad sobre determinada aeronave y
cuenta con la presencia de un militar en el Mando con posibilidad de
veto: Ambos mecanismos pueden utilizarse si el estado participante
considera que se está haciendo un uso indebido de sus activos militares.
Para
ilustrar este aspecto, el investigador pone el ejemplo de lo ocurrido
en el EATC cuando Alemania decidió no intervenir en la operación
militar en Libia. La decisión podría haber supuesto el veto al uso
relacionado con dicha operación de sus aeronaves en el marco del Mando,
sin embargo Berlín no utilizó ni la revocación inmediata de autoridad
ni el veto de su red-card holder cuando Francia empleó el EATC
para transportar tropas y material a la base italiana de Decimonannu
durante la operación en el país.
En tercer lugar, el analista
señala que, aunque el EATC y los países participantes no tienen
estimaciones adecuadas del ahorro generado por la complejidad de la
cuantificación, presenta varios argumentos cualitativos a favor de la
eficiencia del programa. Por ejemplo, los estados participantes están
cumpliendo todas las misiones encomendadas, algo que no factible por
falta de recursos antes de la puesta en marcha de este
sistema. Además, han mejorado los índices de eficiencia en el uso, como
el aumento del factor de carga o la reducción de los tramos de
transporte vacío. Otra muestra es que ha habido una menor
externalización de servicios (15 por ciento menos en evacuaciones
médicas). Por último, los costes de gestión no son excesivos: tres
millones de euros para el propio centro sin incluir el personal
nacional destacado en su base de Eindhoven.
Como cuarto punto
que refleja el éxito de este programa de cooperación, Navazo indica el
hecho de que el reducido número de participantes y la convicción
política de hacer funcionar esta cooperación por parte de los gobiernos
involucrados han permitido soslayar los obstáculos políticos
encontrados en el camino, como la armonización de conceptos, la
estandarización de procedimientos y, en particular, la inclusión en la
cadena de mando de cada Ejército del Aire del EATC como otra pieza más
del engranaje.
En este marco, el EATC se fija ahora un nuevo reto: la posibilidad de extender las aeronaves bajo su mando a los aviones A400M que los países participantes están recibiendo.
Infodefensa.com
N. Fernández,
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