El
régimen de Israel advirtió el sábado a Rusia de que el suministro de
misiles de crucero y antiaéreos rusos a Siria puede resultar “decisivo”
en el conflicto de Siria.
En una entrevista concedida a la radio del ejército del régimen israelí, la ministra de justicia, Tzipi Livni, afirmó que “no son armas cualquiera, son decisivas y por eso hay una responsabilidad de todas las potencias globales, Rusia inclusive, de no suministrar tal armamento”.
Livni también avisó de que dichas armas podrían caer en otros grupos que operan en Siria y convertirse en una amenaza para el régimen de Tel Aviv, refiriéndose a los elementos vinculados al grupo Al-Qaeda y los miembros del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) que, de hecho, ellos mismos auspician.
No obstante, recordar que el régimen israelí, en otra clara muestra de injerencia en los asuntos internos de Siria, perpetró el pasado 5 de mayo una agresión aérea con misiles contra el centro de investigación científica de Jamraya, cerca de Damasco, capital siria, dos días después de que ese mismo régimen confirmara haber llevado a cabo, en la madrugada del 3 de mayo, un asalto aéreo contra Siria, asegurando que su objetivo era un cargamento de misiles ultramodernos.
En este sentido cabe mencionar que Estados Unidos, también acusó el viernes a Rusia de “alentar” al Gobierno del presidente sirio, Bashar al-Asad y “alargar” el conflicto que vive desde hace más de 26 meses al país árabe.
Estados Unidos y sus aliados, sobre todo el régimen de Israel, indiferentes al clamor popular o los crímenes de lesa humanidad que se cometen en Siria desde el inicio de los disturbios hace más de dos años, no consideran otra solución para Siria que aquella propicia a sus intereses, y cada día que pasa dan más respaldo a las bandas armadas para derrocar el Gobierno de Damasco.
El Occidente y países como Turquía, Catar, Arabia Saudí, por un lado, suministrando todo tipo de ayudas, armamentos entre ellas, a los grupos opositores armados, tratan de derrocar al presidente Al-Asad, y por otro, critican que Rusia envíe armas al país árabe.
El pasado 10 de mayo, el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov, anunció que Moscú no tiene la intensión de suministrar armas a Siria más allá de los contratos actuales que se están cumpliendo.
“Rusia no está planeando vender. Rusia vendió hace mucho tiempo y está completando el suministro de equipamientos, o sea, un sistema de defensa antiaérea, según contratos ya firmados”, precisó el canciller ruso.
Rusia, frente a los países occidentales que aprovechan la situación en Siria e intervienen en los asuntos internos del país árabe, intenta hallar una solución dialogada al caso sirio.
Desde mediados de marzo de 2011, Siria es objeto de disturbios provocados por grupos y bandas terroristas, secundados por países extranjeros, cuyo objetivo ulterior es posibilitar una intervención extranjera en este país árabe y derrocar al Gobierno constitucional de Damasco.
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