La Armada de Brasil ha
seleccionado el Sea Ceptor de MBDA para la defensa área de sus corbetas
de próxima generación de la clase V-35 “Tamandaré” (inicialmente cuatro
unidades).
Tras la Royal Navy y la Armada Real de Nueva Zelanda, como
parte de la modernización de dos fragatas de clase Anzac- la HMNZS Te
Kaha y la HMNZS Te Mana - Brasil se convierte en la tercera armada en
elegir este sistema.
En septiembre de 2013, el Ministerio de
Defensa del Reino Unido firmaba un contrato de producción del Sea Ceptor
con el fin de proporcionar una capacidad de defensa aérea de próxima
generación que reemplazara el sistema “Seawolf” en las fragatas de Tipo
23 de la Armada Real británica a partir de 2016.
Sea Ceptor será luego
transferido a los nuevos buques de la Marina Real, a medida que entren
en servicio, cuando las fragatas Tipo 23 sean sustituidas por las
futuras Tipo 26. Este contrato a largo plazo para la Marina Real es una
garantía a futuro sobre la longevidad del sistema.
Sea Ceptor ofrece una cobertura de defensa aérea local a 360° bajo todo tipo de clima, de día como de noche, contra varios objetivos simultáneos, incluyendo misiles anti-buques de vuelo rasante sobre el mar, helicópteros y aviones rápidos de combate.
Sea Ceptor ofrece una cobertura de defensa aérea local a 360° bajo todo tipo de clima, de día como de noche, contra varios objetivos simultáneos, incluyendo misiles anti-buques de vuelo rasante sobre el mar, helicópteros y aviones rápidos de combate.
Gracias a su buscador de
radar activo, tiene una clara ventaja para hacer frente a los ataques de
saturación de amenazas diversas. El arma también es capaz de atacar
objetivos terrestres.
Una característica importante es su tecnología de lanzamiento suave vertical, que elimina la necesidad de un sistema de gestión de flujo de salida del lanzador, reduciendo así la masa total y las dimensiones de su implantación a bordo.
Una característica importante es su tecnología de lanzamiento suave vertical, que elimina la necesidad de un sistema de gestión de flujo de salida del lanzador, reduciendo así la masa total y las dimensiones de su implantación a bordo.
Esto permite
una mayor flexibilidad en la elección de la posición de instalación del
arma, cosa especialmente importante para los buques más pequeños, y
también facilita su implantación como retrofit en buques más antiguos.
Javier Bonilla
defensa.com
0 comentarios:
Publicar un comentario