Como adelantó ayer
defensa.com, la Royal Canadian Navy (RCN) se ha puesto en contacto con
la Armada española para solicitar apoyo de ésta mediante el uso de uno
de sus buques de aprovisionamiento.
Según nos confirma la Armada, el Almirante Jefe de Estado Mayor de la
Armada (AJEMA), Almirante General Jaime Muñoz-Delgado, ha autorizado
esta colaboración tras realizar las pertinentes consultas a las
autoridades nacionales. Según detallábamos ayer, la Royal Canadian Navy
(RCN) está sufriendo una carencia temporal de medios de
aprovisionamiento para sus buques, lo que la ha obligado a buscar
soluciones de urgencia.
La Armada nos informa, además, que “a día de hoy se encuentra en proceso la redacción de un acuerdo técnico entre ambos países para definir los términos del apoyo, que descansa en el principio de solidaridad entre miembros de la OTAN”.
La Armada nos informa, además, que “a día de hoy se encuentra en proceso la redacción de un acuerdo técnico entre ambos países para definir los términos del apoyo, que descansa en el principio de solidaridad entre miembros de la OTAN”.
“La colaboración
se materializará en diversos períodos discontinuos a lo largo de 2016”.
Aunque defensa.com no ha podido conocer la valoración económica de este
acuerdo, es de suponer que, además de correr con los gastos de
operación del buque, se producirá algún tipo de compensación.
En
cualquier caso la Armada valora este servicio como una colaboración y no
un mero alquiler y ha “estudiado las ventajas de este despliegue como
pueden ser el apoyo a la industria de Defensa nacional, el prestigio
exterior para la Armada española o la prolongación de la fructífera
experiencia obtenida con el despliegue del Buque de Aprovisionamiento de
Combate (BAC) Cantabria en Australia, los beneficios del adiestramiento
para la dotación o el intercambio de conocimientos y experiencias
obtenido por la dotación con la integración en otra Armada aliada, todo
ello sin que suponga un coste adicional y si que suponga una merma en
las propias capacidades operativas de nuestra Armada”.
Entre las ventajas citadas por la Armada destaca el apoyo a la industria de Defensa nacional, que supondría, por ejemplo, la mejora de la posición del astillero español Navantia (constructora del Cantabria), de cara al programa en que participa en Canadá.
En octubre del año pasado
informamos que Navantia participa en el programa Canadian Surface
Combatant (CSC), que contempla el suministro de tres destructores y de
doce fragatas, en colaboración con la estadounidense Lockheed Martin y
aprovechando la experiencia materializada en las fragatas F-100 para la
Armada española, las F-310 noruegas y los destructores AWD australianos.
El CSC sustituirá a las fragatas clase Halifax y a los destructores
clase Iroquois, por lo que se plantea la posibilidad de dos tipos de
buques que empleen el mismo casco y que incluyan avanzadas capacidades
de defensa aérea, lo que beneficiaría a Navantia por contar con el
sistema Aegis de Lockheed Martin, instalado en los tres buques
mencionados.
Según nos confirmaron entonces desde la empresa española, se esperaba que antes de que finalice el año se concretara el RFI (Request For Information), esperándose para la segunda mitad de este año la RFP (Request For Proposal).
Canadá tiene en marcha un ambicioso programa de
modernización de su Marina denominado National Shipbuilding Procurement
Strategy (NSPS) valorado en 32.900 millones de dólares.
Entre los buques
que se construirán hay también dos de transporte multipropósito
denominados Joint Support Ships (JSS) para los que Navantia presentó una
oferta basada precisamente en el buque Cantabria. Sin embargo el
gobierno canadiense decidió encargar la fabricación directamente a un
astillero canadiense usando el diseño de la clase Berlín de ThyssenKrupp
Marine Systems Canada.
(J.N.G.)
defensa.com
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