El vuelo marca un paso crítico en el programa, permitiendo seguir adelante para satisfacer los objetivos de que un ala volante no tripulado, un avión sin estabilizador de cola, del tamaño de un caza, despegue y aterrice sobre la cubierta de un portaaviones.
Para el Director del Programa de UCAS-D de la Armada, Capitán de Navío Jaime Engdahl, este primer vuelo es el resultado de pruebas anteriores para validar la navegabilidad del avión y la robustez y fiabilidad del software que le permita funcionar como un sistema autónomo y, finalmente, tener la capacidad de despegar y aterrizar en portaaviones.
El UCAS-D subió a una altura de 1.520 m (5.000 pies), realizó varios vuelos en circuito y aterrizó 29 minutos más tarde. El vuelo proporcionó datos para verificar y validar el software del sistema de guiado y navegación y el control aerodinámico del diseño del ala volante.
Como en todos los programas de prueba, el primer vuelo representa la culminación, verificación y la certificación de los datos del sistema previos al vuelo, obtenidos y analizados por la Armada y por el fabricante; entre las actividades previas al primer vuelo se debieron completar y certificar pruebas de carga del fuselaje, pruebas de misión del sistema de propulsión, simulaciones de fiabilidad y madurez del software, pruebas del sistema de rodaje por la pista de aterrizaje y muchas otras.
El UCAS-D realizará pruebas en la Base Edwards para ampliar el dominio de vuelo del avión (flight envelope) antes ser llevado a la Estación Naval de Patuxent para realizar pruebas para validar su preparación para comenzar pruebas en un entorno marítimo; en el 2013 comenzará las pruebas sobre un portaaviones.
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