Si las disputas territoriales entre China y Japón
llegasen a desatar una guerra en la región, ¿en qué grado apoyaría
EE.UU. a Japón, su aliado en la zona?
"Teniendo en cuenta el limitado capital político del presidente,
cuando le quedan sólo dos años y medio en el cargo, defenderá bajo
circunstancias poco claras un conflicto que muchos dirían que no se
corresponde con los intereses nacionales de EE.UU.?", se pregunta Harry J. Kazianis,
periodista del diario estadounidense 'The National Interest' y miembro
del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, organización sin
ánimo de lucro con sede en Washington.
Según Kazianis, en caso de desatarse una guerra entre estos dos países
asiáticos, EE.UU. se verá obligado a involucrarse en el conflicto, si
bien no será una tarea fácil para Obama argumentar los motivos de una intervención militar ni ganarse el apoyo de los estadounidenses.
"Si
la mayoría de los estadounidenses no apoyaría una acción militar de
EE.UU. en Siria, ¿apoyarían una guerra por las Senkaku, o el Second
Thomas Shoal, o cualquier otra isla en disputa o de arrecifes en la
región Asia Pacífico? […] Es evidente que los intereses nacionales de
EE.UU. están en juego si el statu quo desaparece en Asia", escribe
Kazianis.
El autor insiste en que, por su parte, los aliados
asiáticos de EE.UU. deben tener en cuenta el alcance limitado del apoyo
estadounidense.
La tensión en la región ha venido creciendo
considerablemente desde el mes de noviembre, cuando China amplió
unilateralmente su zona de defensa aérea en el mar de China Oriental,
una parte del océano Pacífico rodeada por China, Japón, Corea del Sur y
Taiwán.
Se trata de un área de unos 300 por 600 kilómetros que incluye
tanto a las islas Senkaku (Diaoyu) como al islote sumergido Roca Socotra
(denominado 'Parangdo' por Corea del Sur y 'Suyan' por China), donde
Seúl tiene una estación meteorológica.
© Reuters / RT
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