La semana pasada se anunció que el último satélite geoestacionario
de detección de misiles balísticos Oko-1 había sido desactivado.
El
aparato 71X6, que fue puesto en órbita en marzo de 2012, ha estado en
funcionamiento durante un plazo tres veces menor que el previsto. La
pérdida de este satélite debilita el sistema espacial de alerta de
misiles, uno de los principales elementos de la defensa estratégica del
país.
Ígor Lisov, redactor jefe de la revista
Noticias de la cosmonáutica, comenta a RBTH que el sistema espacial de
alerta de misiles todavía existe. Únicamente se han perdido los satélites
geoestacionarios, mientras que los satélites Kosmos-2422 y Kosmos-2446,
situados en órbitas más altas, siguen activos.
Según el experto, ambos tipos se compensan,
aunque en las condiciones actuales es difícil asegurarlo. Hoy en día únicamente
funcionan dos de los cuatro satélites que se necesitan como mínimo para obtener
un rendimiento óptimo, por lo que es poco probable que estos cumplan
completamente con su misión.
La pérdida de Oko da comienzo al
Sistema Espacial Unificado
Según informa a RBTH una fuente cercana al
Ministerio de Defensa, la ausencia de estos satélites geoestacionarios se
compensará con los nuevos radares sobre el horizonte Vorónezh-M y Vorónezh-DM, situados en las regiones de
Kaliningrado, Leningrado, Irkutsk y Krasnodar.
Estos radares funcionarán en dos bandas de
ondas: métrica (Vorónezh-M) y decimétrica (Vorónezh-DM). El campo de radar que
crean estas estaciones permite descubrir sin problemas objetos espaciales y
alertar de forma eficaz sobre un ataque de misiles.
Según la fuente de RBTH, el funcionamiento de
Oko-1 no se reanudará: el sistema ha quedado demasiado anticuado, ya que fue
diseñado durante la época de la Unión Soviética.
En la actualidad, el Ministerio de Defensa
posee dispositivos del nuevo Sistema Espacial Unificado. Este sistema contará
con las mejores características y podrá realizar el seguimiento no sólo de los
misiles balísticos, sino también de los misiles operativos tácticos. El primer
satélite de este nuevo sistema se pondrá en órbita este año, aunque por ahora
se desconoce la fecha exacta del lanzamiento.
En cualquier lugar, en cualquier
momento
El sistema de alerta de misiles es uno de los
medios más importantes de contención de ataques e incluye un radar de detección
terrestre, un grupo de satélites artificiales y un radar sobre el horizonte.
Este sistema, cuyas primeras partes comenzaron
a funcionar ya en 1971, puede detectar en cualquier momento, con una precisión
de segundos, en tiempo real y con una alta fiabilidad, el lanzamiento de
misiles balísticos en cualquier lugar del planeta. El sistema de alerta de
misiles tiene la “última palabra” en la decisión de llevar a cabo un ataque de
respuesta.
En sus inicios estaba formado por unos radares
situados lejos de grandes poblaciones, que se desplegaron por el perímetro de
todo el país para que las zonas de detección de cada uno abarcaran las
diferentes direcciones de un posible ataque.
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Sin embargo, debido a su diseño, los radares
sobre el horizonte no podían 'ver' los misiles balísticos intercontinentales
lanzados desde Estados Unidos, así como los misiles lanzados desde submarinos,
hasta que estos se encontraban en el tramo descendente de su trayectoria.
Se trataba de una alerta que llegaba con
bastante retraso y no daba el tiempo suficiente para tomar una decisión. Este
defecto de la construcción de los radares fue resuelto añadiendo un sistema que
detectaba los misiles justo al inicio de su lanzamiento en cualquier lugar del
planeta.
Una nueva respuesta para nuevos
desafíos
A principios de los años 70 surgió la idea de
crear un módulo espacial. En 1979 se desplegó un sistema de cuatro satélites
tipo 74D6 (el sistema US-K u Oko) en las altas órbitas terrestres, y en 1982
comenzó a funcionar. Era capaz de detectar cualquier lanzamiento que se
produjera únicamente en Estados Unidos.
Adicionalmente a estos satélites, en
1984 se puso en órbita uno más, el KA US-KS (el sistema Oko-S).
En 1991 se comenzó a crear de forma paralela
el sistema de segunda generación Oko-1 (US-KMO), con los satélites 71X6
situados en la órbita geoestacionaria. La modernización del sistema Oko-1
también permitía detectar el lanzamiento de misiles desde la superficie
marítima y definir la marcación de su trayectoria.
Esta agrupación debía estar formada por siete
satélites, pero el último de ellos se desactivó a finales de junio de 2014
debido a un error en los módulos externos del satélite.
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