En
el contexto de la Guerra de Sucesión, el 1 de agosto de 1704, una flota
combinada anglo-holandesa mandada por los almirantes Rooke y Bing y
compuesta por 55 buques de guerra -con unos 2.600 cañones-, otros 65
mercantes para el transporte de tropas y suministros, y un total de unos
16.000 hombres, tras ser rechazada en su intento de desembarcar en
Barcelona, se dirige a Gibraltar y la asedian.
Tras
un terrible bombardeo -se dijo que hubo 30.000 disparos de cañón-, el
jefe de la guarnición, Diego de Salinas, el 4 de agosto acepta rendirse
al Príncipe de Hesse-Darmstadt, jefe de la fuerza de desembarco, que
actuaba en representación del pretendiente a la corona de España el
Archiduque Carlos.
Para
la defensa de Gibraltar, Salinas sólo había contado con 60 infantes y 6
artilleros profesionales y unos 350 milicianos, algunos venidos para la
defensa desde las comarcas cercanas.
Pero
los británicos, traicionando a sus aliados holandeses y la rendición
del español al Archiduque, se posesionaron de Gibraltar izando su propia
bandera.
Gibraltar,
reconquistada a los árabes en 1462, había despertado desde antiguo las
apetencias británicas, como dijo Cromwell en 1656: "Gibraltar en nuestro
poder. con sólo 6 fragatas ligeras establecidas allí, hacen más daño a
los españoles que con toda una gran flota enviada desde aquí [Reino
Unido]".
Muy
pronto, Felipe V ordenó al marqués de Villadarias la reconquista de
Gibraltar y a principios de 1705 ya se habían cavado en el istmo las
paralelas para aproximarse a sus murallas.
Antonio Manzano
http://www.revistatenea.es
Muy interesante. Este tipo de "historias cortas" que van al grano son muy interesantes y amenas de leer.
ResponderEliminarSaludos y te mando un par de bolsas de tunos.
Saludos, mi amigo Eder, tengo un problema con los mensajes, no me aparacen al final del post, por lo cual se me pasa contestarlos y tengo que revisar de vez en cuando la plantilla del blog donde dice mensajes, mañana te envio la transferencia por los tunos, un abrazo.
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