Falcon HTV-2 desarrolla una velocidad máxima de 7800 m/seg. Fuente: AP
Funcionarios rusos han criticado duramente los planes de EE UU para
realizar el programa conocido como 'ataque global inmediato'.
¿En qué consiste y de qué manera puede incomodar a Rusia y que
se le puede contraponer?
El concepto principal del ataque global inmediato (PGS) fue
asumido por los militares estadounidenses a partir de los años 2000. La esencia
de esta idea es la posibilidad de atacar cualquier lugar del globo terráqueo en
menos de 60 minutos después de que se apruebe el mismo.
¿Qué tipo de armamento puede realizar esta tarea? El primer componente
del PGS, el más realista en caso de realizarse un ataque, serían los misiles
intercontinentales convencionales con cargas no nucleares de alta precisión. El
segundo componente del PGS podrían ser los misiles de crucero estratégicos de
velocidad ultrasónica. El tercero, las llamadas armas cinéticas, "la vara
del Señor", como se ha llamado irónicamente a esta arma que se ha descrito
ampliamente en la ciencia ficción, aunque hasta el día de hoy no se haya
llevado a la práctica.
Objetivos del ataque rápido
En principio los EE UU no ocultan los objetivos del PGS,
aparecen indicados en los documentos del Pentágono. ¿Para quién está pensado el
PGS? En primer lugar para misiles balísticos móviles y fijos, centros de mando
y otros objetivos nucleares. En segundo lugar, para "los medios de
aislamiento del teatro de operaciones militares": unidades de lanzamiento
de misiles operativo-tácticos y antiaéreos, que se utilizan en las operaciones
militares convencionales aire-tierra y aire-mar. Y por último las infraestructuras
terroristas, en este caso la utilización del PGS no se diferencia en nada de
los ataques con aviones no tripulados.
Entre los que poseen este tipo de infraestructuras se nombra a
China, Corea del Norte e Irán, y en un tercer punto, al 'terrorismo
internacional'. Pero Rusia posee la misma cantidad de "medios de
aislamiento del teatro de operaciones militares", así como unidades de
misiles móviles, por lo que no se puede excluir de la lista de posibles
objetivos del PGS. Es evidente que un ataque de este tipo va unido al riesgo de
una escalada nuclear y un ataque a gran escala sobre los EE UU. Pero solo
apoyándonos en esta tesis no se puede descartar que el PGS no sea una amenaza
para Rusia.
Valoración de los riesgos
El elemento más conocido del PGS son los misiles balísticos sin
carga nuclear equipados con cargas convencionales de alta precisión. Esta idea
fue una de las primeras que surgieron y es la primera que sufrió los ataques de
los escépticos.
De hecho los misiles intercontinentales balísticos no nucleares
tienen toda una serie de carencias. Principalmente porque una vez que se
detecta su despegue (o los bloques al dispersarse) se ponen en máxima alerta
todos los sistemas de aviso de ataques de misiles y los medios de información
antimisiles.
Si en una operación del PGS contra un país del tercer mundo esto
no tendría mucha importancia, cuando hablamos de un potencial enemigo del
calibre de Rusia o incluso de China, la cosa se complica bastante.
Los misiles intercontinentales no llevan escrita la carga que
llevan y, para ser sinceros, en un lanzamiento masivo de este tipo de misiles
el mando de cualquier país tiene muchas posibilidades de preparar un ataque de
represalia, es decir lanzar sus misiles (ya con cargas nucleares) sin esperar a
que lleguen los huéspedes inesperados. Desde el punto de vista de la estrategia
nuclear y la seguridad mundial en general, esto no sería un escenario nada
bueno.
De ahí la reacción del Ministerio de Asuntos Exteriores de
Rusia. "Si estamos hablando de portadores balísticos con carga
convencional como los ya existentes, supone, sin duda, un paso hacia un
conflicto que, esencialmente, tendría unas terribles y apocalípticas
consecuencias", comunicó el vice ministro de Asuntos Exteriores, Serguéi
Riabkov.
HTV-2
Por eso, en el tema del diseño del PGS, durante varios años se
ha hecho un especial énfasis en los aparatos supersónicos. Este asunto es más
complicado desde el punto de vista del diseño físico y de la realización
tecnológica, sin embargo los aparatos obtenidos como resultado son más
flexibles, universales y tienen más posibilidades.
Merece la pena recordar las capacidades de los modernos sistemas
antimisiles. Los mejores sistemas antimisiles rusos, el S-300PMU-2 'Favorit' y el S-400, son capaces de
funcionar con objetivos que se mueven a velocidades de 2800 y 4500 m/seg
respectivamente. Esta ya son ultrasónicos, sin embargo el prototipo del Falcon
HTV-2 desarrolla una velocidad máxima de 7800 m/seg, lo que ya es equiparable a
la velocidad de los bloques de los misiles intercontinentales en la última fase
de su trayectoria.
Los interceptadores intratmosféricos 53T6, que forman parte
del sistema antimisiles A-135 'Amur', pueden funcionar con velocidades
similares pero tan solo se encuentran desplegados en las zonas industriales de
Moscú y no son más que unas decenas.
S-400 "Triunfo"
En cuanto a los medios cinéticos, tanto su desarrollo como la
construcción de medios de defensa frente a ellos, se trata de una cuestión que
no se puede dejar para el día de mañana. En cualquier caso, la puesta en órbita
de este tipo de sistemas dará inicio a una carrera armamentística que estará
basada en la creación de armas situadas en el espacio y quizás la vuelta a los
sistemas orbitales de bombarderos nucleares, cuyos primeros modelos fueron
probados a finales de los años 60 y que posteriormente fueron prohibidos por el
Acuerdo SALT-2 de 1979.
En contexto marcado por la reducción de la amenaza de una guerra
nuclear después del año 1991 y el claro descenso del umbral de aplicación de
las armas nucleares tácticas, el despliegue a gran escala de los medios PGS
puede complicar enormemente el mantenimiento de la estabilidad estratégica.
Esto es lo que explica la fuerte reacción del Ministerio de Asuntos Exteriores
de Rusia.
http://rusiahoy.com
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