La aplicación masiva de armamento de alta tecnología basado en
complicados aparatos electrónicos, es uno de los principales rasgos de
las actuales acciones militares. Este armamento se aplica principalmente
a la tecnología aeronáutica. Dentro de este campo la guerra electrónica
(REB) tiene una prioridad absoluta en el campo de batalla.
La Fuerza Aérea rusa, al igual que las fuerzas
armadas de los principales países del mundo, utiliza una gran cantidad de
sistemas de radio. Sin embargo, las ventajas de la electrónica, que permiten un
alto grado de eficacia en los medios de ataque, se ven disminuidas por su
vulnerabilidad; cualquier señal de radio puede ser interferida.
El consorcio ruso 'Radioelectronnie
tejnologui' (KRET) ha resuelto en parte este problema: han diseñado un sistema
de guerra electrónica único, el Krasuja-4 que ya ha sido adoptado por el
Ejército.
La misión del Krasuja-4 es actuar en misiones
estratégicas importantes, que utilizan intensamente la aviación de
reconocimiento y los satélites espía de las unidades espaciales enemigas.
Fuentes públicas afirman que el radio de impacto de este sistema es de más de 300 km.
"El sistema crea unas condiciones tales
que a los enemigos les resulta muy difícil acertar sobre nuestra aviación y
resulta muy complicado derribar cualquier avión. El 99% de las veces resulta
imposible", así comenta los detalles del sistema el director general de
KRET, Nikolai Kolesov.
La antena del Krasuja-4 se instala sobre un
chasis con ruedas de cuatro ejes del todoterreno KAMAZ. Este sistema móvil puede funcionar en el Polo y en el desierto arábigo: su
fiabilidad está garantizada con temperaturas de hasta menos y más 50 grados.
Teniendo en cuenta el actual estado de las
fronteras rusas, una de las principales tareas será la reacción efectiva de la
aviación contra un posible adversario.
Oleg Antónov, director de la empresa
'Aviakonversia', directamente implicada en el diseño de tecnología de radio
para defensa, afirma que para responder de forma efectiva contra la aviación de
un posible enemigo basta con anular las señales de sus sistemas de navegación
satelital. En su opinión los pilotos extranjeros están poco preparados para
volar sin estos sistemas y la anulación de las señales dificultaría enormemente
o haría imposible la navegación y los vuelos en condiciones meteorológicas
adversas.
Además, anulando otro tipo de señales el
adversario puede quedarse sin conexión, sin la posibilidad de reconocer otros
aparatos, sin reconocimiento, etc. Se complicaría también enormemente la
utilización del armamento teledirigido, que es guiado hacia su objetivo
mediante sistemas de navegación por satélite.
'Aviakonversia' ha encontrado una manera de
luchar de forma efectiva con las señales de radio del enemigo: en la empresa
han creado un aparato especial que imita la señal que ha sido anulada por el
sistema. Así, en vez de recibir la señal satelital, el instrumental de
navegación recibe una señal parecida de una estación REB. Luchar contra esta
neutralización es prácticamente imposible.
En 'Aviakonversia', para cubrir un territorio
concreto con medios de guerra electrónica, han creado un sistema de defensa
territorial (TSO por sus siglas en ruso) llamado 'Zontik' (Paraguas). Su
principal función es la prevención de ataques mediante un moderno armamento de
alta precisión y la reacción frente a la aviación enemiga.
En concreto, Antónov considera que para
resistir de forma efectiva a la aviación de la OTAN, que puede que sitúe bases
militares en Georgia, basta con construir en Osetia del Sur dos complejos
equipados con REB. Dos "silenciadores" situados cerca de la población
de Leninogor (a unos 40 km
de Tiflis), según afirma Antónov, trabajando en turnos, son capaces de
complicar el vuelo y las operaciones militares de la aviación en una gran parte
del territorio de Georgia. Si se sitúan complejos similares en Abjazia, todo el territorio del estado vecino quedaría
bajo la acción del sistema REB.
Por supuesto que la construcción en Georgia de
bases militares de la OTAN de momento no es más que un proyecto, pero parece
bastante probable. En cualquier caso independientemente de la veracidad de
dicha información, la necesidad de tener medios modernos de guerra electrónica
en un futuro cercano sigue siendo alta. Además, si la tendencia actual al
crecimiento de la guerra electrónica se mantiene, podrá incluso aumentar su
grado de prioridad en comparación con otros medios.
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