2013
ha sido un año lleno de luces y sombras para la industria española de
Defensa. Así entre los grandes hitos han destacado la entrega de las tres primeras unidades del avión de transporte A400M
-dos a Francia y una a Turquía-, ensamblado por Airbus Military en
Sevilla, que ha supuesto el comienzo de la fase de producción y de la de
venta a países que no forman parte del programa. Se trata del punto de
partida para el que es el avión europeo más moderno del mundo de su
categoría.
Por el contra, el programa Eurofighter, en el que participa España a través de Cassidian, está atravesando un duro momento tras
no conseguir captar nuevos clientes en Asia y Oriente Medio y ver como
concursos internacionales importantes, como el convocado por Corea, eran
adjudicados a rivales como el F35. Un duro revés para el caza de
combate europeo que, si no consigue nuevos contratos, finalizará su
producción en 2014.
Tampoco ha sido un buen año para la multinacional española Navantia.
Presente en más de 50 concursos internacionales tras la entrega del
segundo barco multipropósito a Australia, a finales de año, sus
astilleros se quedan sin apenas carga de trabajo a la espera de nuevos
grandes contratos.
Entre ellos destaca la adjudicación de la fabricación
del nuevo barco multipropósito (LHD) turco,
esperado durante todo el año y que no acaba de llegar. A pesar de que
el barco se ensamblará en suelo turco Navantia realizaría las labores de
ingeniería y suministraría muchos de sus sistemas.
De cualquier forma, el gran revés para Navantia en 2013 ha sido el nuevo retraso en los submarinos S80 que desarrolla junto con la Armada.
A mitad de año se conoció que la primera unidad, terminada en torno al
70%, tendría que ser rediseñada por diferentes problemas detectados
entre ellos un sobrepeso que comprometía su flotabilidad y, también, la
imposibilidad de instalarle la unidad propulsora AIP
con una pila de hidrógeno por no haber podido miniaturizarla lo
suficiente.
A partir de enero, con la ayuda de la consultora
estadounidense General Dynamics, comenzarán los trabajos en el S82
para intentar terminarlo antes de 2017, cuando se convocarán grandes
concursos internacionales para este tipo de submarinos en países como Australia.
Frente a estas malas noticias, Navantia sí ha conseguido unos buenos resultados en
su negocio de mantenimiento tanto para buques civiles de pasajeros como
militares. El contrato más importante ha sido, sin duda, el firmado con
la US Navy, por 190 millones de dólares, para mantener sus cuatro destructores de la clase Arleigh Burke que estarán basados en Rota integrados en el escudo antimisiles.
La gran operación comercial del año ha sido la compra a Bankia del 20,1% de la multinacional Indra por parte de la Sociedad de Participaciones Industriales (SEPI), convirtiéndose
en su accionista mayoritario. Con esta operación la SEPI apostó por la
estabilidad de una compañía estratégica para España.
Como curiosidad,
uno de los dos nuevos consejeros de la SEPI en Indra, Adolfo Menéndez, ex subsecretario de Defensa en la época de Eduardo Serra,
ha sido nombrado en diciembre nuevo presidente de la mayor asociación
de la industria española de Defensa, Espacio y Seguridad, TEDAE. Sustituirá desde enero al ex ministro de Defensa y Sanidad, Julián García Vargas.
Por
parte del Ministerio de Defensa dos han sido las grandes noticias que
han afectado a la industria española. Por un lado la actualización de
las funciones de la Oficina de Apoyo Exterior (OFICAEX),
con el objetivo de "profundizar el impulso al sector industrial
nacional de la defensa, apoyando su esfuerzo exportador y facilitando su
crecimiento en los mercados internacionales", según la instrucción del
secretario de Defensa, Pedro Argüelles.
Así, además de
apoyar a la exportación, la oficina es la encargada de coordinar las
actuaciones de Defensa con otros sectores de la Administración y de
buscar la exportación de material excedente de los Ejércitos.
En segundo lugar, la Secretaría de Defensa, ha acometido en 2013 la reorganización de los pagos de los grandes programas de armamento del Ministerio. Con este plan Defensa ahorrará hasta 7.000 millones de euros hasta el año 2030.
El plan elaborado prevé un gasto de 29.494 millones de euros hasta 2030, que parte, según Defensa, de la necesidad de solventar una "situación financiera insostenible" que podría haberse disparado hasta casi los 37.000 millones de euros. Eso sí, también conlleva importantes recortes ya que, por ejemplo, el Ejército del Aire sólo dispondrá de 14 de los 27 A400M inicialmente comprometidos o se pasa de 45 a 22 helicópteros NH90.
De cualquier forma, el Ministerio aún negocia la ejecución de estas
reducciones con las empresas que han mostrado, a pesar los recortes, su
satisfacción porque Defensa ponga en marcha un plan que hace frente a los pagos pendientes.
En
cuanto al sector de los aviones no tripulados el 2013 será recordado
por la creación de la primera asociación industrial española, AERPAS, por el primer vuelo en el espacio comercial español de un UAV y, también, por los primeros test reales del Atlante
el modelo nacional más avanzado integrado por Cassidian España junto a
otras muchas compañías. Precisamente, hace pocos días, el consejero
delegado de la nueva Military Aircraft de Airbus, Domingo Ureña, destacaba que algunas de sus tecnologías "son realmente punteras y podrían servir de base para la nueva generación de UAV europeos".
En
el 2013 también quedan algunas malas noticias para el sector industrial
español como la imposibilidad de cerrar la venta del portaaviones
Príncipe de Asturias de la Armada, que fue dado de baja el 13 de
diciembre, la de los F1 Mirage del Ejército del Aire a Argentina o la de los carros de combate Leopardo 2E
a Perú.
Operaciones que aún están en marcha. Tampoco hay que olvidar el
principal ERE acometido por una empresa del sector de Defensa en
España, Santa Bárbara -de General Dynamics- que supuso el despido de 593 operarios, lo que supone el 40% de su personal, con el fin de garantizar la viabilidad de la empresa.
Frente a estas malas noticias también ha sido un buen año para compañías como Expal que han incrementado su negocio con importantes acuerdos en Australia o Italia y nuevas áreas de negocio como la desmilitarización de zonas minadas, la multinacional española aeroespacial GMV o Tecnobit,
entre otras muchas.
Precisamente, 2013 fue el año en el que se ha
consolidado la gran feria española de la industria de Seguridad y
Defensa, Homsec, con más de 8.000 asistentes y un centenar de compañías presentes y que ya prepara la edición de 2015.
España
también ha dado pasos importante en el sector de la ciberseguridad.
Además de aprobarse en diciembre la primera Estrategia Nacional de
Ciberseguridad a principios de año se creó el Mando de Ciberdefensa, dirigido por el general Carlos Medina,
y muchas compañías españolas han mostrado un crecimiento fuerte en este
sector, uno de los que más protagonismo tendrán en los próximos años.
De hecho, Telefónica ha presentado en diciembre su nueva compañía de
ciberseguridad, Eleven Path en un evento que contó, entre otros expertos, con el conocido hacker mediático Chema Alonso, consejero delegado de la empresa y una referencia mundial en este campo.
Ateneadigital también
se ha hecho eco en 2013 de los esfuerzos de las empresas de
emprendedores españoles que apuestan por el sector de la Defensa. Además
de informar de los éxitos de la asociación universitaria FUVE, que
participó en un concurso universitario de la Armada de EEUU con el primer autogiro no tripulado del mundo, el Juan de la Cierva, uno de sus integrantes, Carlos Matilla ha presentado una nueva empresa, FUVEX, que tiene como previsto comercializar en el próximo lustro el primer coche volador del mundo, el Helicar, también con versiones militares, del que informó en exclusiva Atenea.
¿Y cómo encara la industria española de Defensa el 2014?
Pues, según ha constatado Ateneadigital a través de varios ejecutivos del sector, con mucha preocupación debido al nuevo recorte presupuestario del Ministerio de Defensa. Y es que para el próximo año la cartera de Pedro Morenés dispondrá
de 5.742,94 millones de euros, 191 millones de euros menos que en 2013.
"Una cantidad similar a la dotación del año 2000", explicó Morenés, que
subrayó que, desde 2008, su Departamento "ha perdido un tercio" de su
presupuesto.
Eso sí, en esta cantidad no está incluída la partida
para las misiones en el exterior y el crédito extraordinario, estimado
en unos 800 millones de euros, que será necesario para afrontar este año
los pagos a las empresas de la industria del sector.
http://www.revistatenea.es
0 comentarios:
Publicar un comentario