(Foto: Lance Corporal J.J. Harper) |
La tensión con sus vecinos por varias islas en el Mar de China Meridional,
las maniobras militares en la frontera con Birmania y el enfrentamiento
con Japón por la II Guerra Mundial abren un nuevo periodo en el que
todo apunta a que el gigante chino mostrará su cara menos amable.
China ha dragado más de 2.000 acres de arena (unas 800 hectáreas) con
el propósito de ganar terreno al mar en varias islas, cuya soberanía
reclaman media docena de países del Sudeste Asiático.
"Las construcciones en algunas islas y arrecifes tienen como
principal propósito mejorar las funciones de estos enclaves y las
condiciones de vida del personal estacionado", apuntó el almirante chino
Sun Jianguo.
Sun afirmó que la situación del Mar de China Meridional es "pacífica y
estable" y que nunca han surgido problemas en la libertad de navegación
en la zona.
Brunei, China, Filipinas, Malasia, Taiwán y Vietnam reclaman total o parcialmente más de un centenar de islas y atolones ubicados en el Mar de China Meridional, una zona rica reservas submarinas de petróleo y gas, importantes caladeros de pesca y una de las principales rutas de transporte marítimo.
Brunei, China, Filipinas, Malasia, Taiwán y Vietnam reclaman total o parcialmente más de un centenar de islas y atolones ubicados en el Mar de China Meridional, una zona rica reservas submarinas de petróleo y gas, importantes caladeros de pesca y una de las principales rutas de transporte marítimo.
Junto a la frontera de Birmania (Myanmar), fuerzas
del Ejército de Liberación Popular chino, armadas con artillería pesada,
tanques y helicópteros, han iniciado maniobras, meses después de que la
zona se viera afectada por el conflicto entre los militares birmanos y
la guerrilla de la etnia kokang.
Según imágenes facilitadas por la televisión estatal CCTV, las maniobras se desarrollan en zonas boscosas de la provincia meridional de Yunnan, donde el Ejército chino quiere mostrar su capacidad de movilización, ataque y funcionamiento de sus milicias de reserva.
Unidades de aviación, artillería, defensa aérea, infantería, misiles balísticos y radar participan en los ejercicios.
Las maniobras se producen después de varios incidentes que hicieron
que el conflicto birmano afectara directamente a territorio chino, lo
que causó malestar y advertencias por parte del régimen comunista de
Pekín al país vecino.
Por otra parte, Pekín está aprovechando las siete décadas del final de la Segunda Guerra Mundial para exigir a Japón que deje de negar su historia de agresión.
El gobierno está haciendo un gran esfuerzo por recuperar imágenes de sufrimiento, las que generaron ocho años de guerra con Japón (1937-45) en las que el ejército nipón mató a cientos de miles de civiles, usó armas químicas y condenó a mujeres chinas a ser esclavas sexuales de sus soldados.
El gobierno está haciendo un gran esfuerzo por recuperar imágenes de sufrimiento, las que generaron ocho años de guerra con Japón (1937-45) en las que el ejército nipón mató a cientos de miles de civiles, usó armas químicas y condenó a mujeres chinas a ser esclavas sexuales de sus soldados.
La mayoría de los canales de televisión ofrecen estos meses series de
tinte bélico en las que se cuenta la heroica resistencia del pueblo
chino ante Japón, y el 3 de septiembre, fecha en la que Tokio firmó su
rendición, se ha declarado festivo nacional y habrá un desfile militar,
en la Plaza de Tiananmen.
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