Chile dispone de entre 90 y 130 misiles aire-aire AIM-130 AMRAAM del fabricante estadounidense Raytheon en el inventario de su Fuerza Aérea, adquiridos en su mayoría tras el año 2005, señalaron a Infodefensa.com fuentes en la capital chilena.
Los AIM-130 equipan a los cuarenta y cuatro aviones de combate F-16 con que cuenta la Fuerza Aérea rea de Chile (FACH), incluyendo
diez ejemplares del modelo C/D Block 50, que fueron adquiridos nuevos
en 2002; y treinta y cuatro F-16 MLU de segunda mano comprados
posteriormente a Holanda.
El AMRAAM es también el arma del sistema de defensa anti-aérea NASAMS, encargado en 2010 al fabricante noruego Kongsberg.
La FACH cuenta dos baterías activas de NASAMS, desplegadas en las bases
aéreas Los Cóndores en Iquique y Cerro Moreno en Antofagasta, en el
norte de Chile.
Una tercera batería NASAMS móvil ya forma parte
orgánica de una de las tres brigadas acorazadas desplegadas por el
Ejército de Chile (ECH) en la zona norte del país, aunque ella es
mantenida y operada por personal de la FACH. Está previsto que otras
bases aéreas y las restantes brigadas acorazadas del ECH también sean
dotadas con sus respectivas baterías AA.
La venta de los AMRAAM a
esta nación sudamericana fue vetada por la Casa Blanca en los años
noventa, cuando la Fuerza de Chile (FACH) comenzó a evaluar diferentes
aviones de combate de última generación, para modernizar su flota de
primera línea.
El veto del gobierno del Presidente Bill Clinton
se inscribía en su política, que era contraria a la introducción en
América Latina de misiles aire-aire con alcance más allá del rango
visual (BVR), asÃí como de otras armas avanzadas.
Tres de las
aeronaves entonces consideradas, el F/A-18 Hornet del fabricante
estadounidense BOEING, el F-16 Block 50 de la también estadounidense
LOCKHEED MARTIN y el JAS 39 Gripen de grupo sueco SAAB; incluían al
AMRAAM como principal arma aire-aire. Finalmente Chile optó en 2001 por
el F-16.
La postura contraria a la venta de los AMRAAM en
América Latina cambió con la instalación del Presidente George W. Bush
en la Casa Blanca en 2001. Poco después se confirmó que en los años
noventas Perú había comprado los misiles BVR de origen ruso R-27 y R-77
AA-10 ALAMO y AA-12 ADDER según la denominación OTAN- para equipar a
sus reactores MIG-29.
A partir de 2001 Chile también comenzó a
recibir el DERBY, otro misil del tipo BVR producido por el fabricante
israelí Rafael, que fue integrado en los interceptores F-5E como parte
de su modernización al estandar Tigre III. En total Chile adquirió
setenta de esas armas.
Lo anterior puso la futilidad de las
restricciones de venta de Washington, que sólo dejaban el camino libre a
otros proveedores, en clara evidencia, y la Casa Blanca decidió que en
el futuro las solicitudes de venta de equipo avanzado a países de
América Latina se evaluarán caso a caso.
El misil aire-aire BVR
DERBY también fue adquirido en 2002 por Brasil, que los integró en la
modernización de sus F-5EM/FM. A fines de 2007 Venezuela también comenzó
a recibir misiles BVR rusos de los tipos R-27 y R-77, como parte del
equipamiento de los cazabombarderos SUKHOI SU-30 II encargados el año
anterior.
Colombia reaccionó a la adquisición de misiles BVR por
parte de Venezuela, comprando en el 2009 un número no revelado de
misiles DERBY israelíes para equipar sus KFIR C-12. Ecuador siguió el
mismo camino, equipando con la misma arma sus propios KFIR C-12.
Infodefensa.com
L. Vásquez,
0 comentarios:
Publicar un comentario