El Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) Esteban Terradas ha visto incrementada de nuevo su asignación en el proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE) 2015, presentado el martes en el Congreso.
En total el próximo ejercicio dispondrá de 138,3 millones de euros, un
38% más que este año. El incremento llegará tras un periodo, 2014, en el
que las partidas para este organismo ya han aumentado en un 27% (su
presupuesto previsto para 2013 fue de 79 millones).
El incremento en 2015 se explica en buena medida por la integración, aprobada el mes pasado, de tres organismos de investigación que hasta el momento funcionaban autónomamente, en cumplimiento de la llamada Ley de Racionalización del Sector Público. Se trata del Canal de Experiencias Hidrodinámicas de El Pardo (CEHIPAR), del Instituto Tecnológico La Marañosa (ITM) y del Laboratorio de Ingenieros del Ejército, cuyas actividades de investigación y desarrollo serán asumidas en el seno del INTA.
Como se recoge en el Programa 464A del PGE 2015, correspondiente a Investigación y estudios de las Fuerzas Armadas,
el INTA “es el Organismo Público especializado en la investigación y en
el desarrollo tecnológico de carácter “dual” [de uso civil y militar],
en los ámbitos aeroespacial, de la aeronáutica de la hidrodinámica y de
las tecnologías de la defensa y la seguridad, incluyendo las actividades
comerciales de certificación y homologación de productos,
principalmente aeroespaciales, que son la base de su autofinanciación”.
Su fin primordial es apoyar a las Fuerzas Armadas y, en particular, potenciar las necesidades tecnológicas de Defensa. “El presupuesto del
presente ejercicio económico –se apunta en el mencionado apartado del
PGE 2015– se ha dirigido hacia los siguientes [ocho] objetivos”:
El primero contempla actividades de “innovación e investigación,
desarrollo y ensayo que impliquen una reducción del impacto negativo
sobre el medioambiente de la actividad aeroespacial, de la aeronáutica,
de la hidrodinámica y de las tecnologías de la defensa y la seguridad”.
Aquí se citan los tres proyectos del plan Horizonte 2020 de la Unión Europea en los que ya ha sido aprobada la participación del INTA (el IODIS Play, el Odysseus II y el Future Sky Safety).
El segundo objetivo recogido es la continuación de la actividad en los proyectos del VII Programa Marco de la UE (Proyecto Extreme Seas, Proyecto Tripod, Proyecto Aquo, etc.).
El Tercero también apunta hacia la continuación, en estos casos de
los principales proyectos puestos ya en marcha por el Instituto y que
configuran sus líneas estratégicas de actuación. Se trata del programa
de observación de la Tierra PNOT; del desarrollo de una serie de una serie de satélites (un microsatélite, un picosatélite OPTOS y el satélite nacional de la Tierra en su vertiente de captación de imágenes Radar); del desarrollo del vehículo aéreo (UAV) no tripulado MILANO para el Ejército del Aire (dentro de este ámbito de los UAV se sigue trabajando en el programa DIANA para Brasil), y del proyecto Diseño y Desarrollo de formas alternativas de Carenas para Buques de Escolta Oceánicos.
El siguiente objetivo se enmarca en las tecnologías de aviónica y
electrónica aplicada e incluyen programas de simulación y control de
vehículos aéreos (misiles y lanzadores) y de simulación de la sección
trasversal.
Programas de aviones A-400M y Eurofighter
El INTA también proveerá apoyo a programas de homologación de
armamento y equipamiento para la Defensa, y, como organismo de
certificación, en apoyo a la industria nacional, “tiene una muy
importante participación” en el programa del avión de transporte militar
Airbus A-400M, en los programas de helicópteros militares para el Ejército de Tierra, en el programa del EF-2000 (avión de combate Eurofighter) y en los programas de homologaciones de aviones para la industria nacional (C-212, CN-235, C-295), etc., “con importantes compromisos internacionales como los aviones tanqueros para la RAF del Reino Unido y fuerza aérea australiana o el nuevo avión de transporte para Brasil, Arabia Saudí y Francia”.
El séptimo objetivo citado se refiere a la participación del INTA en el Programa Galileo de Navegación por Satélite europeo; y el último recuerda que se “está llevando a cabo la modernización de las instalaciones del Centro de Experimentación de El Arenosillo (CEDEA), Huelva y asimismo la actualización de la infraestructura del Centro de investigación Aerotransportada de Rozas (CIAR)”.
El documento no detalla las partidas económicas para cada cometido,
pero sí muestra la dedicación en horas de los técnicos previstas, lo que
ofrece una idea de las prioridades. Así, se para el 2015 se prevé
emplear un total de 200.000 horas en investigación (este año son
220.000), 165.000 en desarrollo (la misma cifra que para 2014), 215.000
en homologaciones y certificaciones (5.000 horas más que ahora), 115.000
en asistencia técnica (también 5.000 más) y en potenciación de
instalaciones hay previstas 65.000 horas de dedicación (otras 5.000 más
que en 2014).
Además, al asumir las actividades del Canal de Experiencias Hidrodinámicas de El Pardo –presupuestadas para este año en 5,3 millones de euros–
se emplearán 144 horas en ensayos con modelos de carenas (19 más que en
2014), 173 en ensayos con modelos de propulsor (23 más), 403 en ensayos
de comportamiento hidrodinámico (53 más), 46 (6 más que ahora) en
estudios hidrodinámicos (DFD y otros), en la construcción de modelos se
espera dedicar 29 horas (4 más), y en otras actividades no ligadas
específicamente a las anteriores I+D un total de 17 horas (2 más que
ahora).
Foto: INTA
Infodefensa.com
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