La
necesidad de efectuar una reconversión por el recorte del presupuesto
después de 2020 obligará a la industria militar rusa a dirigir su mirada
a la alta tecnología, dijo hoy el director general del Fondo de
Investigaciones Futuras (FPI, por sus siglas en ruso), Andréi Grigóriev.
"La financiación de la industria militar rusa alcanzará su punto
máximo en 2020 y después empezará a disminuir.
Como consecuencia, se
liberarán muchas unidades de producción. Es necesario pensar desde ya en
qué ocuparlas", señaló el experto, agregando que se debe desarrollar
una producción basada en la alta tecnología.
"No podemos repetir la reconversión de las décadas de los ochentas y
los noventas, cuando la industria militar rusa empezó a fabricar
cacerolas y palas", advirtió.
También informó que el Fondo de Investigaciones Futuras ya ha
empezado a elaborar proyectos para la futura conversión de empresas
militares.
"Son proyectos relacionados con la extracción de recursos minerales
bajo el agua y bajo el hielo del Ártico, con el desarrollo de la
robótica, con la digitalización, etc. Estamos debatiendo estas
perspectivas junto con otras instituciones", refirió Grigóriev.
EL FPI, denominado por los periodistas como el equivalente a la agencia estadounidense DARPA (Defense Advanced Research Projects Agency), se creó a iniciativa del primer ministro ruso Dmitri Rogozin.
AL FPI se le planteó el objetivo de informar a los dirigentes del
país sobre los proyectos que podrían garantizar la superioridad de Rusia
en las tecnologías de defensa.
Otra tarea del Fondo consiste en analizar la probabilidad del atraso
tecnológico y de la dependencia tecnológica de Rusia respecto a otras
potencias.
© Photo FPI
RIA Novosti
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