El ministro de Defensa
ruso, Serguéi Shoigú afirmó recientemente que el país seguirá trabajando
para cumplir el objetivo planteado por el presidente, Vladimir Putin,
consistente en impedir la superioridad militar sobre Rusia. Según
Shoigú, Moscú no tiene la intención de embarcarse en una costosa carrera
armamentística, pero garantizará su defensa en el nuevo contexto
internacional.
El Ministerio de Defensa se centrará así
en mejorar la calidad de las fuerzas nucleares estratégicas, aumentar
el personal y las capacidades del Ejército y la Armada y crear un nuevo
cuerpo, las Fuerzas Aeroespaciales. En diciembre del año pasado se
aprobaba el “plan de acción de Defensa”, que supone el incremento de
capacidades de combate de las Fuerzas Armadas rusas en función del
cambiante escenario internacional al que se enfrenta.
Este plan se
desarrollará entre los años 2016 y 2025, pero se espera disponer de los
equipamientos militares nuevos previstos antes de 2020, al menos en un
70%. Por citar un ejemplo, se prevé la entrega de tres nuevas fragatas
del proyecto 22350, que se unirán a la que se encuentra ya en pruebas y
cuyo número está previsto se incremente hasta ocho unidades.
En el marco de este escenario internacional cambiante, Rusia ha suscrito, asimismo, un acuerdo sobre cooperación técnica y militar con Irán, país con el que hoy hay cierto paralelismo al estar sujetos ambos a sanciones internacionales. Ambos colaborarán para favorecer la seguridad regional, con especial atención a la zona del Caspio y al terrorismo internacional. El acuerdo fue firmado el pasado 20 de enero por el ministro de Defensa ruso Serguéi Shoigu y su homólogo iraní Hossein Dehqan.
La colaboración contribuirá al aumento de capacidad de combate de las Fuerzas Armadas de ambos países, siendo ilustrativo el compromiso ruso de suministrar el sistema antiaéreo de largo alcance S-300.
En el marco de este escenario internacional cambiante, Rusia ha suscrito, asimismo, un acuerdo sobre cooperación técnica y militar con Irán, país con el que hoy hay cierto paralelismo al estar sujetos ambos a sanciones internacionales. Ambos colaborarán para favorecer la seguridad regional, con especial atención a la zona del Caspio y al terrorismo internacional. El acuerdo fue firmado el pasado 20 de enero por el ministro de Defensa ruso Serguéi Shoigu y su homólogo iraní Hossein Dehqan.
La colaboración contribuirá al aumento de capacidad de combate de las Fuerzas Armadas de ambos países, siendo ilustrativo el compromiso ruso de suministrar el sistema antiaéreo de largo alcance S-300.
La entrega de este sistema a Irán se acordó en 2007, sin embargo
las sanciones impuestas en 2010 supusieron la cancelación del
suministro, lo que incluso motivó que Irán denunciase al holding ruso
Rosoboronexport. Está previsto ahora retomar el suministro de 40
sistemas antimisiles S-300 por un valor de 800 millones de dólares.
(J.N.G.)
defensa.com
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