Fuente: Antón Denísov / Ria Novosti
La última versión del sistema autopropulsado de misiles antiaéreos
Buk, el Buk-M3, se incluirá en el inventario de las fuerzas de defensa
antiaérea rusas a finales de 2015 y, a partir de 2016, se incorporará a
las tropas, anuncia una fuente del Ministerio de Defensa ruso a la
agencia de noticias TASS.
“El resultado de las
pruebas estatales demuestra que, en algunas de sus especificaciones técnicas,
el equipo no solo cumple plenamente sus objetivos, sino que además es
comparable al S-300, sistema al que llega a superar en algunos indicadores”,
comentó el portavoz de la agencia.
S-300
“Ante todo estamos
hablando de la probabilidad de impacto, que en el Buk-M3 es de 0,9999, nivel
que no alcanza el S-300”, señaló el portavoz. “Además, se ha aumentado el
alcance máximo del equipo en 25 km con respecto a su predecesor, llegando
a los 70 km”, añadió.
En abril se aprobó el
equipamiento del ejército ruso con este sistema. “Ahora, para la incorporación
del Buk-M3 a las tropas, se tendrán que efectuar las pruebas Estatales
pertinentes. Se prevé que estás se realizarán en el mismo polígono este verano.
En caso de que los resultados sean satisfactorios, el sistema se incorporará al
ejército en otoño de este año”, confirmó el portavoz.
Anteriormente se anunció
que, el nuevo modelo de la familia Buk se incorporaría al ejército antes de que
acabara 2015. Se espera que el nuevo equipo siga la línea de los sistemas de
defensa antiaérea Buk.
La anterior versión, el Buk-M2, se considera actualmente
uno de los modelos más efectivos de su clase. Aunque se diseñó en 1988, no se
comenzó a fabricar en serie hasta 15 años después.
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