Los vehículos aéreos no tripulados estadounidenses
cumplen varias funciones, y la variedad de misiones, sobre todo en el
extranjero, es prácticamente ilimitada: pueden lanzar ataques desde el
aire, espiar a enemigos o controlar cómo los agricultores trabajan sus
campos.
Ahora, en hábiles manos de militares estadounidenses podrían
llegar a poder piratear ordenadores personales.
De acuerdo con unos correos electrónicos publicados por WikiLeaks, contratistas militares del Pentágono pueden estar deseando hacer precisamente eso, informa 'The Washington Post'.
El gigante de la industria aeronáutica Boeing y un equipo de piratas
informáticos de Hacking Team, una empresa con sede en Milán, han estado
negociando la instalación de equipos para la piratería cibernética en
drones de Boeing, según los informes filtrados en julio.
De acuerdo con un correo electrónico que resume el contenido de una
reunión entre las dos compañías, Boeing estaba buscando una "red
inyectora" "robusta" y "transportable en aviones no tripulados".
Según los expertos, las aplicaciones de esta innovación podrían cambiar los métodos y la eficacia del espionaje.
Supongamos que un miembro de Al-Qaeda
muy buscado se se esconde en un país 'no tan aliado' que puede o no
estar protegiéndolo de Estados Unidos. El Ejército estadounidense podría
tratar de piratear la red del Gobierno de ese país para buscar datos de
inteligencia, pero llegar a todo el mundo a través de un teclado es muy
difícil y requiere mucho tiempo.
Sin embargo, los militares podrían mandar un dron dotado de equipos
de piratería para sobrevolar la casa en la que se encuentre el sujeto
buscado para realizar una misión de vigilancia.
Ese tipo de 'hardware' en un avión no tripulado daría a su usuario la
capacidad para llevar a cabo la guerra cibernética y espionaje en
formas que ahora requieren estrecha proximidad con el objetivo, según
los analistas.
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