martes, 11 de enero de 2011
Diversas páginas de Internet de China han publicado imágenes de un avión grande y furtivo que, si se confirmasen, podrían ser la primera evidencia del avión de combate de quinta generación chino, el J20.
A pesar de las dudas entre los analistas occidentales sobre el tema, dada la capacidad china para informar sobre hechos no reales, parece que la empresa Chengdu hasta la fecha se han fabricado dos aviones para probar las tecnologías, uno para realizar pruebas de vuelo y el otro para pruebas en tierra.
El desarrollo de un avión de quinta generación era conocida hace tiempo, pero no se había atribuido a ningún fabricante. El año 2009 el Segundo Jefe de la Fuerza Aérea china informó de que China estaba desarrollando varios programas y que el avión de quinta generación sería desarrollado por Chengdu Aircraft Corporation y Shenyang Aircraft Corporation estaría en servicio en el período 2017-2019.
Las imágenes del J-20 muestran que es un avión grande, de más de 70 pies, lo que puede ser correcto, porque los motores, suministrados por Rusia, serían adecuados para un avión de esas dimensiones y peso, con quizá menor rendimiento y agilidad que el F-22 pero con mayor bodega interna para llevar armas y más capacidad de combustible.
El J-20 podría no ser simplemente una copia de un diseño ruso, sino un avión completamente nuevo, basado en la tecnología y el conocimiento que han obtenido durante sus años de cooperación con Rusia. Su futuro dependerá de varios factores: el motor, los materiales, la electrónica y las armas.
China aún no tiene una buena capacidad para fabricar motores de aviación, habiendo sido incapaz de reproducir el motor ruso AL-31F, diseñado en los anos ochenta y que equipa a los cazas Su-27 y el motor chino análogo es menos eficiente que el ruso. El posible motor para el J-20, el WS-10, con tobera controlada por empuje vectorial, está en desarrollo.
En relación con los materiales para dar hacer furtivos a los aviones de quinta generación, materiales compuestos modernos, China no los fabrica en cantidades comerciales y hay dudas sobre su capacidad para desarrollarlos y producirlos para la Fuerza Aérea.
Asimismo, China, a pesar de sus esfuerzos en aumentar su capacidad, está a un nivel inferior a los países occidentales, en especial, en radar y posiblemente los copie de radares rusos o tenga el apoyo ruso para fabricarlos.
Finalmente, las armas guiadas utilizadas por China son copia de prototipos de armas estadounidenses, israelitas y rusas de los años sesenta a ochenta, por lo que deberá gastar mucho dinero y esfuerzo para desarrollar sus propias armas, incluso si copia elementos de armas compradas a terceros países.
Por todo ello, el avión de quinta generación china llevará un retraso de varios años respecto a sus análogos estadounidenses y rusos, podría comenzar su fabricación en serie en unos 15 años; sería bastante más barato que el F-22 y el T-50 ruso, lo que permitiría venderlo en Asia Central, Oriente Medio, Hispanoamérica y países africanos, y estaría equipado con equipos y armas rusos y occidentales.
http://www.revistatenea.es/
jueves, 13 de enero de 2011
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