Defensa
cuenta con reducir en 7.000 millones de euros los gastos de armamento
con medidas como vender los aviones que había encargado
Pedro
Arguelles, secretario de Estado de Defensa presenta estatarde a la
comisión de Defensa del Congreso su plan para "reestructurar" los pagos
de la abultada factura de los programas especiales de armamento. Es
decir, lade los voluminosos encargos de sistemas armas que se arrastran
desde finales delos años 90, por valor de más de 33.000 millones de
euros (casi el 3.5% del PIB anual). Para ello reducirá encargos de
helicópteros, cazas Eurofighter y mediosacorazados como el programa del
vehículo Pizarro.
Uno de los programas más
afectados es el del avión de transporte estratégico A-400-M, que preveía
la compra de 27 aviones de los que el Ejército del Aire solo va a
quedarse 13. Defensa quiere vender los 14 restantes a un tercer país y
así lograr 2.360 millones de euros. El A-400-M es una apuesta de la
industria aeronáutica europea (EADS) y buena parte de su desarrollo se
hace en la factoría de la multinacional europea en San Pablo (Sevilla).
El avión está en las últimas fases de pruebas antes de empezar a ser
fabricado en serie. Casi todos los socios europeos han reducido su
pedido inicial de estos aviones.
No es el único
material encargado por el Ministerio deDefensa en tiempos de bonanza
económica que pasa a estar en venta. Lo mismo ocurrirá con seis de los
helicópteros de ataque Tigre que se fabrican en la factoría de
Eurocopter (filial de EADS) en Albacete. Otros pedidos se reducen, como
es el caso de helicóptero de transporte NH-90, del que las Fuerzas
Armadas solo dispondrán de 22 unidades, cuando la previsión era de más
del doble, 45 .Eso supone, entre otras cosas, que la Armada tiene que
renunciar a los helicópteros navalizados que reclama desde hace años.
Otro
importante recorte en la factura es el del Eurofighter, programa en el
que España renuncia (como otros socios) a la Tranche 3, la tercera fase
de aviones de combate encargados. En el ahorro de 2.966 millones, además
de aplazamientos de pagos y renunciar a disponer de cazas, también se
reduce la cantidad de unidades operativas de este avión de sofisticado y
caro mantenimiento.
El trabajo de la secretaría
de Estado de Defensa se ha basado en la auditoría que el anterior
secretario de Estado, Constantino Méndez, hizo durante el Gobierno de
Zapatero de estos gastos en programas especiales. Las conclusiones de
Méndez fueron alarmantes. Defensa, que dejó de pagar facturas a la
industria los años 2010 y 2011, descubrió que los pagos pendientes y
comprometidos llegaban a 33.345 millones de euros. De esta factura se
han pagado ya en el último año casi 4.000. El resto queda pendiente y
aplazado en diversos pagos hasta 2030, lo que Arguelles cree que
propicia un "clima de optimismo" para la industria de defensa nacional y
europea, porque hay un plan para que cobren.
En
el análisis del estado de los Programas Espaciales de Armamento (PEAS)
se han descubierto situaciones anómalas. Por ejemplo, que al encargar
los helicópteros de transporte no estaban incluidos sus equipos de vuelo
y combate. Ahora, con el ahorro de unidades sí se ha conseguido dotar a
las aeronaves de elementos para el vuelo. Todo esto ha conducido a la
reflexión de que hay que mejorar el sistema de gestión de contratación.
Los cuarteles generales de los ejércitos pierden así competencias y
personal, que pasan a engrosar las de la Dirección General de Armamento,
"un embrión para tener una agencia de armamento", en palabras de Pedro
Arguelles.
Este terrible escenario financiero ha dejado casi sin
capacidad de iniciar proyectos de sistemas de armas a las fuerzas
armadas en los años futuros. El Gobierno parece fiar sus expectativas de
dotar a los ejércitos desistemas que llevan años pidiendo –como es el
caso del vehículo blindado 8X8 para el Ejército de Tierra- a las
esperadas mejoras en la situación económica.
Joaquín Vidal
http://www.estrelladigital.es
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