El Ministerio de Defensa de Rusia ha creado unas fuerzas de operaciones especiales, que ya están listas para la acción. Serán unidades de acción militar, tanto en el territorio del país como fuera de sus fronteras. Así lo comunicó el Jefe del Estado Mayor, Valeri Guerasimov, que recalcó que el ejército llegó a esta decisión después de haber estudiado la experiencia en la creación, entrenamiento y utilización de las fuerzas de operaciones especiales de los principales estados del mundo. Entre otras, por ejemplo, la más famosa de todas, el comando de operaciones especiales U.S. Special Operations Command, USSOCOM o SOCOM. 

Los comandos de operaciones especiales y su métodos han cambiado radicalmente con el tiempo, debido a la experiencia acumulada por estas divisiones.Una importante diferencia consiste en que hoy en día el mando tan solo define el escenario de operaciones mientras que son los grupos de operaciones especiales, funcionando de forma autónoma, los que por sí mismos determinan los objetivos y las misiones. Para esto interactúan de forma activa con medios espaciales, reconocimiento táctico, que se utilizan para el apoyo de las unidades de infantería de la Fuerza Aérea y la Flota.
     
Una experiencia puesta en práctica en polémicas intervenciones 
Algunos ejemplos de este tipo de operaciones podrían ser las acciones del SOCOM en Yugoslavia, donde las unidades de operaciones especiales, actuando en la retaguardia del ejército yugoslavo, ayudaron a la aviación y a los misiles intercontinentales a la hora de apuntar a importantes puntos estratégicos e infraestructuras de Serbia y Montenegro. El SOCOM actuó en calidad de unidad autónoma de vanguardia del ejército estadounidense en Irak, Afganistán y Libia, donde estuvo capacitada para acciones autónomas de aniquilación de fuerzas enemigas e infraestructuras.

El análogo en el ejército soviético del SOCOM era la brigada 11ª de la Dirección General de Reconocimiento (DGR). Una parte de la misma estaba destinada a acciones en escenario bélico de infantería y otra parte a operaciones marítimas. La división de operaciones especiales de la DGR demostró su alta efectividad militar durante la guerra entre la Unión Soviética y Afganistán, las dos campañas de Chechenia o las acciones militares en Georgia en 2008. 


La experiencia durante este último conflicto llevó al Estado Mayor a reconocer la necesidad de reformar los grupos de operaciones especiales del ejército ruso. 
Sin embargo el entonces ministro de Defensa, Anatoli Serdiukov, no valoró estas iniciativas. En lugar de eso tomó la decisión de quitar a la Dirección General de Reconocimiento del ejército su ala de operaciones, dejando en sus manos el reconocimiento estratégico (la red de agentes, análisis y seguimiento radioelectrónico).  El resultado fue que el grupo de operaciones especiales de la DGR quedó bajo el mando de las circunscripciones militares y las diferentes flotas y se realizaron sustanciales recortes en la composición de las divisiones. 

Después de que el nuevo ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, se pusiera  a la cabeza de la administración militar y con los recién descubiertos planes de los EE UU para aumentar significativamente el número de grupos de operaciones especiales secretos en el extranjero de fondo, el Ministerio de Defensa ruso comenzó a hablar de nuevo de la creación, de forma urgente, de un comando de operaciones especiales. 
Según un veterano de la DGR, que ha pedido quedar en el anonimato, la actual iniciativa del Estado Mayor supone además una evolución del grupo de operaciones especiales de la DGR. Los cambios en el enfoque vienen dictados también por la experiencia de otros ejércitos del mundo, incluido el norteamericano, donde existen estructuras militares análogas. "Hay que estar a la altura de los nuevos estándares", recalcó este especialista. 

A juzgar por las declaraciones de Valeri Guerásimov, las operaciones a las que se destinarán las unidades de operaciones especiales serán análogas a las que realizaba la DGR: reconocimiento estratégico y designación de objetivos para las unidades de choque, realización de operaciones de sabotaje en la retaguardia profunda del enemigo, eliminación de comandantes de las unidades enemigas y la toma de infraestructuras de importancia estratégica. 
Y también se dedicará a la defensa de los ciudadanos rusos en el extranjero. Por ejemplo, los trabajadores de las representaciones diplomáticas en caso de que surjan conflictos regionales o amenazas terroristas, como ya sucedió en la liberación de la tripulación del buque de carga ruso Moskovski Universitet secuestrado por piratas. 

En realidad la creación de un grupo de operaciones especiales supone la unificación de la DGR, que había quedado reducida, bajo el mando del Estado Mayor. También supondrá que la toma de decisiones sobre las misiones pase de las circunscripciones militares o la flota a la resolución de problemas estratégicos vinculados a los intereses del gobierno. Los grupos de operaciones especiales, por lo tanto, estarán subordinados a jefe del Estado Mayor. Pero en caso de que se trate de la utilización de las nuevas divisiones de operaciones especiales fuera del territorio nacional, de acuerdo con la "Ley de Defensa", la orden solo puede ser dada por el comandante en jefe, que es el Presidente de Rusia, con el acuerdo de la Duma estatal. 

Por otra parte, queda por responder la pregunta más importante: ¿cuáles son las amenazas a las que se enfrenta el grupo de operaciones especiales? El veterano de la DGR con el que conversamos, tuvo dificultades para responder a esta pregunta, reconociendo que abandonó el departamento a comienzos de los años 90 cuando los objetivos y las tareas del grupo de operaciones especiales de la DGR eran diferentes. Se podría suponer que la prisa del Estado Mayor del Ejército ruso por crear el grupo de operaciones especiales está relacionada con la inminente retirada del ejército estadounidense de Afganistán y la necesidad de prevenir la aparición de movimientos islamistas en el territorio de la antigua URSS. 

Es posible que el grupo de operaciones especiales sea una de las respuestas al desarrollo del escudo antimisiles de los EE UU en Europa. En cualquier caso Guerasimov, el ya citado Jefe del Estado Mayor, ha recordado más de una vez lo asimétrico de las medidas para contrarrestar a las iniciativas estadounidenses. En otras palabras, todo esto no es más que buscar respuestas en los posos del café. Ni el Ministerio de Defensa ni el Estado Mayor han dado una respuesta concreta a estas preguntas y no parece que lo vaya a hacer. La actividad y la existencia misma de la división de la DGR siempre fue secreta y seguirá siéndolo.

Dmitri Litovkin
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