Rusia pondrá en servicio en 2013 el nuevo misil
balístico intercontinental Rubezh, descrito como "el asesino del escudo
antimisiles de EE.UU", según afirmó un alto cargo militar ruso.
El coronel general Vladímir Zarudnitski, el jefe del departamento de
operaciones del Estado Mayor General, relató que el primer regimiento
provisto de estos misiles verá su despliegue en 2014.
El misil prototipo realizó exitosamente su cuarta prueba este seis de
junio en el cosmódromo de Kapustin Yar, en la provincia meridional de
Astracán, desde una lanzadora móvil.
"Para finalizar las pruebas hace falta un lanzamiento más, fechado para
este año. Después el sistema será puesto al servicio de las fuerzas
estratégicas de misiles.
El despliegue del primer regimiento dotado de
este tipo de armas comenzará en 2014", contó Zarudnitski, sin detallar
las características de la nueva arma.
Al finalizar las pruebas de
Rubezh la semana pasada, el viceprimer ministro ruso, Dmitri Rogozin,
resaltó que "ni la defensa antimisiles estadounidense actual ni las
futuras serán capaces de impedir que este misil alcance su objetivo".
El político hizo hincapié en que Rusia continuará aumentando su
potencial para "garantizar absoluta libertad de acción en caso de que
nuestro país sea agredido".
En 2012 Moscú empezó a hablar de nuevos misiles. Entonces se trataba
de dos nuevos tipos de armas estratégicas pensados como una respuesta
al despliegue del escudo antimisiles de EE.UU. en Europa.
En particular, Rusia está desarrollando un nuevo misil balístico
intercontinental pesado de 100 toneladas que superará incluso al misil
más potente del mundo, el Voyevoda, y otro misil balístico
intercontinental de combustible sólido que sustituirá a los complejos
misiles de quinta generación Yars y Tópol-M.
El escudo antimisiles de
EE.UU. en Europa ha sido un punto de fricción entre Moscú y Washington
por la renuencia de este a presentar garantías jurídicas de que el
sistema no va dirigido contra las fuerzas estratégicas rusas.
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