Rusia va a construir un laboratorio de robots de combate en la fábrica de armas Degtiariov, a 180 kilómetros de Moscú. El viceprimer ministro ruso, Dimitri Rogozin,
reveló la semana pasada que este proyecto será ejecutado con la
cooperación de varias empresas. Los ingenieros del país calculan que en
dos décadas o tres ya existirán robots que destruirán objetivos de
manera totalmente autónoma.
Rogozin, entre cuyas atribuciones se
encuentran los asuntos de defensa, considera que este proyecto implica
fuertes riesgos que sólo serán justificados si se logra crear modelos
conceptualmente nuevos de robots para la guerra. Sus palabras han sido
recogidas por la agencia de información estatal RIA Novosti durante una visita a la planta Degtiariov, en la ciudad rusa de Kovrov, a 180 kilómetros al noreste de Moscú.
“Aprovecharemos
las posibilidades de la planta Degtiariov para crear los prototipos de
los robots, y en caso de superar las pruebas de homologación
entregaremos estos robots al Ejército”, añadió Rogozin.
Russia Beyond the Headlines, publicación internacional del periódico del gobierno ruso Rossiyskaya Gazeta,
adelantó a finales del mes pasado que Rusia está trabajando en la
fabricación de robots capaces de luchar contra terroristas, destruir sus
campamentos y evacuar rehenes.
Este medio, cuya versión en español es Rusia Hoy, también cita como fuente de su información al viceprimer ministro Dimitri Rogozin. Durante un discurso antes estudiantes de Física de la Universidad Lomonósov de Moscú (MGU)
el político apuntó: “Sabemos que los militares estadounidenses están
trabajando activamente en robots militares, tanto de combate como de los
que pueden ayudar a los heridos en el campo de batalla”. Y añadió: “Por
supuesto que Rusia no tienen intención de quedarse atrás”.
El
pasado mes de noviembre también trascendió que varias empresas rusas,
entre las que se encuentra el centro científico para robótica y
cibernética técnica de San Petersburgo, están
desarrollando para los cuerpos de seguridad sistemas de control de
robots, en particular aquellos que son capaces de portar armas, según RIA Novosti.
Sustituir a los soldados en el campo de batalla
Los
expertos auguran que en el futuro habrá robots de combate que
sustituirán directamente a los soldados en el campo de batalla. Entre
las compañías que más investigaciones han emprendido sobre estos
sistemas se encuentra la multinacional británica BAE Systems, que, entre otros proyectos, hace tres meses renovó un contrato con el Ejército de Estados Unidos
para desarrollar pequeños sistemas robot que emularán el comportamiento
de organismos biológicos. Tendrán el tamaño y el aspecto de insectos y
se emplearán en reconocer entornos complejos antes de que los soldados
se adentren en ellos. La literatura científica ya prevé la utilización
de sistemas de este tipo capaces de atacar objetivos enemigos formando
enjambres y cargados con pequeñas ojivas o empleando como arma su
energía cinética (la que genera su propio movimiento).
Otro ejemplo de un sistema que ya comienza a dar sus primeros pasos es el del drone norteamericano X-47B, desarrollado por Northrop Grumman,
y que además de ser capaz de emprender misiones desde portaaviones
–como ya ha mostrado en ensayos reales– está concebido para atacar
objetivos autónomamente, sin ningún humano que controle sus movimientos
más allá de introducir la misión que debe realizar en un ordenador
interno.
De momento, los primeros robots serán dirigidos a
distancia. Sin embargo, los ingenieros rusos calculan que dentro de
veinte o treinta años estos sistemas podrán tomar decisiones autónomas
sobre la destrucción de objetivos en el campo de batalla, recoge Rusia Hoy.
Foto: Ministerio de Defensa de la Federación Rusa
Infodefensa.com
G. Soriano
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