"La perspectiva de tener un socio naval útil en
América Latina debería hacer a Washington y París pensar mucho en cómo
pueden facilitar esta transacción", asevera el analista militar
estadounidense Robert Farley en relación a una posible venta de los
Mistral de fabricación francesa a Brasil.
Brasil podría adquirir dos buques de asalto anfibios
clase Mistral construidos en Francia por encargo ruso, asegura un
reciente artículo del analista en temas militares de la revista
estadounidense 'The National Interest' Robert Farley.
Los Mistral
Como es bien sabido, Rusia cerró el contrato de construcción de estas naves
en Francia en 2009. Según el contrato, valorado en 1.200 millones de
euros, los franceses se comprometieron a ayudar en la construcción de
dos Mistral adicionales en los astilleros rusos.
Los Mistral desplazan 21.000 toneladas, su velocidad alcanza casi 19 nudos, y pueden llevar de dos a tres docenas de helicópteros además de pequeñas embarcaciones y un contingente de infantes de marina. También cuentan con sistemas de comunicación necesarios para la gestión de operaciones anfibias complejas (la sofisticación de este sistema fue uno de los puntos de fricción en el acuerdo de exportación con Rusia).
La entrega del primer barco, el Vladivostok, estaba prevista para finales del otoño de 2014, pero las relaciones entre la OTAN y Rusia dieron un giro inesperado con consecuencias desastrosas cuando estalló la guerra civil en Ucrania. Francia ha suspendido indefinidamente la entrega de los dos buques de guerra. No está claro si Francia entregará los buques a Rusia, al igual que tampoco está claro qué hará con ellos.
Los Mistral desplazan 21.000 toneladas, su velocidad alcanza casi 19 nudos, y pueden llevar de dos a tres docenas de helicópteros además de pequeñas embarcaciones y un contingente de infantes de marina. También cuentan con sistemas de comunicación necesarios para la gestión de operaciones anfibias complejas (la sofisticación de este sistema fue uno de los puntos de fricción en el acuerdo de exportación con Rusia).
La entrega del primer barco, el Vladivostok, estaba prevista para finales del otoño de 2014, pero las relaciones entre la OTAN y Rusia dieron un giro inesperado con consecuencias desastrosas cuando estalló la guerra civil en Ucrania. Francia ha suspendido indefinidamente la entrega de los dos buques de guerra. No está claro si Francia entregará los buques a Rusia, al igual que tampoco está claro qué hará con ellos.
Brasil y Francia
Brasil y Francia tienen un largo historial de contratos de compaventa
de armas. En la década de los 90, cuando el portaaviones brasileño de
Minas Gerais llegó al final de su vida útil, los franceses vendieron
Foch, un buque mucho más grande, a la Marina de Brasil. El Foch se unió
en 2000 a la Marina de Brasil como el Sao Paulo, portando un ala área de cazabombarderos A-4.
Por ahora Brasil no tiene un plan claro para reemplazar al Sao Paulo, un buque de 55 años de edad. Ningún país trata de vender un portaaviones y la industria naval brasileña carece de experiencia en la construcción de una plataforma tan grande y compleja.
Por ahora Brasil no tiene un plan claro para reemplazar al Sao Paulo, un buque de 55 años de edad. Ningún país trata de vender un portaaviones y la industria naval brasileña carece de experiencia en la construcción de una plataforma tan grande y compleja.
¿Por qué Brasil necesita un buque de asalto anfibio?
Un buque de asalto anfibio como el Mistral otorga a una marina de
guerra capacidad para llevar a cabo un papel de control de operaciones
en situaciones críticas en un litoral. Varios países latinoamericanos
han expresado su decepción acerca de su capacidad para realizar
operaciones de socorro marítimo independientes de EE.UU.
En casos de situaciones de emergencia u otras, la adopción de una nave clase Mistral o un buque anfibio similar habría dado a la Marina de Brasil un centro de mando en alta mar con el fin de coordinar los esfuerzos de ayuda. La operación mediante helicópteros embarcados y pequeñas embarcaciones desde un gran buque anfibio habría facilitado el transporte más rápido de tropas, equipos médicos y de apoyo hacia y desde la costa.
Por otra parte, la Marina francesa ha utilizado buques clase Mistral eficazmente en misiones de patrulla marítima en el Mediterráneo, donde sus capacidades de aviación, mando y control permiten manejar un amplio espacio del océano.
Los Mistral ofrecen ciertas capacidades de combate ofensivas. Son probablemente demasiado pequeños para operar con aviones de combate. Sin embargo, varias marinas de guerra han comenzado a trabajar en el aumento de la letalidad 'naval' de sus flotas de helicópteros.
Durante la intervención de la OTAN en Libia, helicópteros de ataque británicos y franceses realizaban misiones de ataque desde la cubierta de la nave Tonnerre francés. Por otra parte, algunas armadas estudian armar a helicópteros navales con misiles de crucero antibuque.
Los últimos quince años se ha visto una explosión en el interés por los buques de guerra anfibios. Además de la gran cantidad de grandes anfibios estadounidenses, las armadas de Corea del Sur, Japón, Italia, España, Países Bajos, Australia, Nueva Zelanda, China, India, Singapur y Rusia han comenzado a invertir en buques de guerra que pueden desplegar barcos, helicópteros y soldados de mar a tierra.
Sin embargo, hasta el momento, ninguna de las grandes armadas de América Latina ha mostrado más que un interés pasajero. Brasil, Argentina y Chile han tratado históricamente de mantener su competitividad con las marinas de guerra más avanzadas del mundo invirtiendo en otras clases de buques de guerra.
En casos de situaciones de emergencia u otras, la adopción de una nave clase Mistral o un buque anfibio similar habría dado a la Marina de Brasil un centro de mando en alta mar con el fin de coordinar los esfuerzos de ayuda. La operación mediante helicópteros embarcados y pequeñas embarcaciones desde un gran buque anfibio habría facilitado el transporte más rápido de tropas, equipos médicos y de apoyo hacia y desde la costa.
Por otra parte, la Marina francesa ha utilizado buques clase Mistral eficazmente en misiones de patrulla marítima en el Mediterráneo, donde sus capacidades de aviación, mando y control permiten manejar un amplio espacio del océano.
Los Mistral ofrecen ciertas capacidades de combate ofensivas. Son probablemente demasiado pequeños para operar con aviones de combate. Sin embargo, varias marinas de guerra han comenzado a trabajar en el aumento de la letalidad 'naval' de sus flotas de helicópteros.
Durante la intervención de la OTAN en Libia, helicópteros de ataque británicos y franceses realizaban misiones de ataque desde la cubierta de la nave Tonnerre francés. Por otra parte, algunas armadas estudian armar a helicópteros navales con misiles de crucero antibuque.
Los últimos quince años se ha visto una explosión en el interés por los buques de guerra anfibios. Además de la gran cantidad de grandes anfibios estadounidenses, las armadas de Corea del Sur, Japón, Italia, España, Países Bajos, Australia, Nueva Zelanda, China, India, Singapur y Rusia han comenzado a invertir en buques de guerra que pueden desplegar barcos, helicópteros y soldados de mar a tierra.
Sin embargo, hasta el momento, ninguna de las grandes armadas de América Latina ha mostrado más que un interés pasajero. Brasil, Argentina y Chile han tratado históricamente de mantener su competitividad con las marinas de guerra más avanzadas del mundo invirtiendo en otras clases de buques de guerra.
La Armada brasileña "ha estado muerta en el agua durante varios
años", sostiene Farley y, en todo caso, solo puede operar los antiguos
A-4 Skyhawks. Aunque Brasil puede construir una nueva nave, o tener una
construida, el cuerpo de aviación naval de Brasil se ha deteriorado por
completo. Los Mistral no son portaaviones, sin embargo pueden cumplir
varias misiones que no pueden llevar a cabo los portaaviones. Estas
pueden ser mucho más útil para Brasil, afirma 'The National Interest'.
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