La
Oficina de Investigación Naval (ONR) de Estados Unidos está
desarrollando un programa cuyo objetivo es el empleo de helicópteros no
tripulados y dotados de armamento para, además de detectar, destruir
barcos piratas. El proyecto parte del MQ-8 Fire Scout , de Northrop
Grumman, un helicóptero no tripulado utilizado por las Fuerzas Armadas
de Estados Unidos. La primera versión RQ-8A se basó en el Schweizer 330,
mientras que el MQ-8B se deriva de la versión Schweizer 333. El RQ-8A
Fire Scout es un derivado del helicóptero Schweizer, impulsado con una
turbina, con nuevos fuselaje, sistema de combustible, sensores
electrónicos (Unidad electro-óptica, equipada con cámaras de infrarrojos
y láser, GPS y telemetría) y controles para UAV coordinados a través de
un enlace de datos derivados del UAV Northrop Grumman RQ-4 Global
Hawk. Está dotado de cámaras de alta resolución y de un dispositivo de
visión nocturna, cuenta asimismo con un radar láser de largo alcance.
La ONR, que defiende la importancia de
equipar a los helicópteros no tripulados con armas de combate, pretende
facilitar el trabajo de los marineros norteamericanos que, a través de
cámaras, han de rastrear hoy datos durante largas horas en busca de
barcos piratas. Según las declaraciones difundidas en un comunicado de
Ken Heeke, oficial de la Oficina de Investigación Naval, "el hombre pasa
muchas horas analizando las imágenes de las cámaras, intentando
identificar a un barco pirata. Nuestro programa de detección automática
es muy eficaz y puede distinguir un barco pirata incluso en las aguas
costeras, que suelen estar llenas por un gran número de buques. El drone
va a enviar una imagen 3D del objetivo peligroso al operador que tomará
la decisión final".
Concluidas con éxito las primeras
pruebas, los nuevos ensayos se llevarán a cabo en el polígono de pruebas
marítimas en la costa de California.
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