La crisis en la península de Corea incrementa la carrera de los armamentos en el noreste de Asia. Japón emplazó nuevos sistemas antiaéreos mejorados Patriot PAC-3 en las bases de Naha y Tynan en Okinawa. 
Esto se hizo dos años antes del plazo fijado por la amenaza de misiles de Corea del Norte.
En paralelo, se refuerzan otros componentes de
 las Fuerzas Armadas niponas. Por vez primera en los últimos diez años 
se ha engrosado el presupuesto militar del país. Al propio tiempo, el 
gobierno tiene previsto revisar la Constitución “pacifista”, que impone 
restricciones a la posibilidad de empleo de sus fuerzas armadas en el 
extranjero.
En julio Corea del Sur planea desplegar su 
propio sistema de defensa antimisiles, cuyo diseño se emprendió en 2006,
 cuando Seúl se negó a adherirse al sistema global de defensa 
antimisiles de EEUU. El emplazamiento de los misiles se pospuso 
repetidas veces, pero ahora parece que se lograron resolver los 
problemas financieros y técnicos. Simultáneamente, Corea del Sur está 
elaborando cohetes balísticos de largo alcance – hasta ochocientos 
kilómetros. Esto ya puso alerta a Pekín, dado que potencialmente esos 
cohetes pueden hacer impacto en las profundidades del territorio chino. 
Por si fuera poco, en los próximos dos años Seúl se propone dotar a sus 
destructores de cohetes alados buque-tierra con un radio de acción de 
hasta mil kilómetros. Hoy los destructores están equipados con sistemas 
de combate Aegis.
Todo esto, igual que la inquietud de 
Pekín por el reforzamiento del escudo antimisiles norteamericano en el 
océano Pacífico, puede inducir a China a incrementar el potencial de 
contraataque, opina el director del Centro de Estudios 
político-sociales, Vladímir Evséiev:
–Cualquier
 reforzamiento del sistema de defensa antimisiles de EEUU para prevenir 
los ataques de los cohetes de Corea del Norte serán rechazados por parte
 de China. Existe una amenaza muy seria de deslizamiento del noreste de 
Asia a una carrera de armamento nuclear.
Hoy 
China tiene desplegados de 50 a 75 portadores del arma estratégica – 
cohetes y aviones. Varios expertos estadounidenses suponen que China 
tiene previsto aumentar ese arsenal a quinientos portadores. Al mismo 
tiempo, una parte de ellos deberá ser instalada en submarinos. Además, 
tiene planeado equipar cohetes nucleares de ojivas divisibles, lo que 
permitirá sortear el escudo antimisiles de EEUU.
El 
director del Centro de Seguridad Internacional del Instituto de Economía
 Mundial y Relaciones Internacionales de la Academia de Ciencias de 
Rusia, Alexéi Arbátov, considera:
–China
 está preocupada por el sistema de defensa antimisiles que EEUU está 
desplegando en la región Asia-Pacífico. Al principio intentó diferentes 
medidas para superar dicho sistema. Por ejemplo, objetivos simulados, 
todo tipo posible de interferencias, etc. Después se puso a crear su 
propio sistema de defensa antimisiles. Dicho sea de paso, el 90 % de los
 sistemas de defensa antimisiles global y regional de EEUU están 
instalados en la región Asia-Pacífico. El argumento oficial es que se 
trata de una medida contra Corea del Norte. Pero, por lo visto se tiene 
en cuenta a China.
Algunos expertos destacan que 
China tiene problemas con la detección de los cohetes balísticos en el 
momento del lanzamiento. Por eso se propone recuperar el atraso por 
medio de su programa espacial. Este año piensa lanzar veinte aparatos 
espaciales. Se supone que las dos terceras partes de ellos persiguen 
fines militares. Entre otras cosas, deben ayudar a detectar el 
lanzamiento de los misiles por la antorcha que se forma en el momento 
del disparo. En primer lugar, puede tratarse de misiles interceptores 
Patriot. Antes estaban instalados en los destructores japoneses y ahora 
en las bases militares de Okinawa.
mj/lj







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