Rusia continúa con el proceso de modernización de su armamento, donde se destaca la posibilidad de instalación de radares en todas sus fronteras.
Para el 2013 se prevé la puesta en servicio 
del nuevo radar de alerta temprana instalado en Armavir (sur de Rusia). 
Los radares, el elemento clave del sistema de alerta temprana sobre los 
ataques con misiles, se instalarán también en otras regiones del país. 
El Ministerio ruso de Defensa de esta manera espera compensar la pérdida
 de los radares en Azerbaiyán y Ucrania que no prolongaron el 
arrendamiento de las estaciones en su territorio.
Según 
las fuentes de Defensa, el Estado Mayor diseñó la estrategia de la 
implementación paulatina de una red de radares modernos que garantizará 
un control permanente sobre todas las trayectorias de potenciales 
misiles peligrosos dirigidos al territorio nacional.
Las
 estaciones de radiolocalización de última generación (tipo Vorónezh) ya
 están funcionando en la provincia de Kaliningrado, enclave ruso entre 
Lituania y Polonia, y en la provincia siberiana de Irkutsk. Nuevas 
estaciones no tardarán en construirse en otras provincias ya que se 
trata de una versión modernizada de radar móvil compuesto por los 
módulos que se acoplan sobre una plataforma especial de hormigón. 
El 
proceso de instalación de un radar de este tipo lleva solo de doce a 
dieciséis meses. Esta novedosa estructura asegura una alta movilidad y 
permite modernizar fácilmente el radar sin detener su explotación. 
Además las nuevas estaciones cuentan con una serie de mejoras en 
comparación con las de Azerbaiyán y Ucrania, dijo en la entrevista a La Voz de Rusia el experto militar ruso, Oleg Ivánnikov:
—Las
 nuevas estaciones son creadas a base de las tecnologías más punteras 
del sector y son mucho más potentes que los antiguos, como, por ejemplo,
 el de Gabala (Azerbaiyán) cuya explotación fue suspendida 
definitivamente en diciembre del año pasado.
Los 
expertos señalan que los radares del tipo Vorónezh, por sus 
características técnicas y tácticas, superan considerablemente en 
distancia, precisión y posibilidades las estaciones de la generación 
anterior, lo cual es natural, pero también los análogos estadounidenses.
 Esta familia de estaciones es un gran éxito de la industria militar 
rusa, apunta el experto Víktor Murajovski:
—Estos
 radares pueden detectar, rastrear y clasificar medios modernos y 
potenciales de ataque aeroespacial. Junto con los satélites de 
vigilancia espacial, son capaces de determinar con precisión los 
lanzamientos de misiles balísticos estratégicos, misiles de alcance 
intermedio y de menor alcance, misiles de crucero y una amplia variedad 
de aviones, que van desde los bombarderos estratégicos a los bombarderos
 caza. Las estaciones están dotadas de unos equipos novedosos. Por 
ejemplo, la antena de la nueva generación funciona recibiendo y 
transmitiendo señales, algo irrealizable hasta hace poco. Todos los 
equipos y sistemas de los radares Vorónezh están desarrollados por los 
diseñadores rusos.
Cabe añadir que próximamente 
serán modernizados también los radares rusos ubicados en el territorio 
de Kazajstán y Bielorrusia. Al mismo tiempo Rusia es capaz de compensar 
la eventual pérdida de los mismos gracias a una red propia de 
instalaciones de este tipo.
Además, se sigue trabajando 
en el desarrollo de nuevos sistemas para aumentar la seguridad del país 
en el caso de un posible ataque. En particular, se trata de los S-500, 
un sistema que cumple las misiones de defensa espacial y cuya altura de 
impacto alcanza 40-50 kilómetros. Según está previsto, los sistemas 
S-500 serán incorporados al complejo de defensa antiaérea y antimisiles 
del país en 2015.
ap/as







0 comentarios:
Publicar un comentario