
La jornada inicial se orientó a la guerra electrónica, mientras que
el segundo día estuvo dedicado a maniobras evasivas, incluyendo el
lanzamiento de bengalas sobre el mar. Todas las acciones realizadas por
los sistemas Hawk y Mistral fueron monitorizadas por los medios de la
Unidad de Reparaciones III del RAAA nº 74, lo que permitió el envío de
la señal desde Vejer de la Frontera hasta la jefatura del Regimiento en
la base "El Copero" en Sevilla.
El ejercicio consistió en el despliegue de una Fuerza a través de un
puerto marítimo de un país ficticio, dando como misión principal a las
unidades de Artillería Antiaérea la protección del despliegue y su
integración en el sistema de Defensa Aérea. Una vez desplegada la
fuerza, se encomendó la misión de dar protección antiaérea a las
agrupaciones tácticas constituidas.
Por otra parte, y aprovechando la exigencia del ejercicio y los
medios disponibles, la 4ª Batería Hawk del RAAA nº 74 realizó un
ejercicio avanzado de liderazgo, durante el cual se evaluó tanto la
resistencia física y psicológica de los jefes de sección y pelotón como
la de los jefes de escuadra y artilleros. Todo ello durante 36 horas de
operación continuada y en un escenario exigente de combate antiaéreo y
combate general.
Durante el ejercicio, se han conseguido importantes objetivos de
adiestramiento en generación de Unidad de Defensa Antiaérea, así como en
integración de Artillería Antiaérea en el sistema de Defensa Aérea
nacional y en los ejercicios de liderazgo.
Fuente y Fotos: Ejército de Tierra
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