Durante la reciente ceremonia con motivo del 64 aniversario de la Armada china, el contralmirante Song Xue, jefe adjunto del Estado Mayor de la Marina de Guerra, manifestó que su país “tendría más de un portaaviones”, expresando la esperanza en que el segundo sería más grande que el "Liaoning" (antiguo "Variag" soviético).
Lo más probable es que el nuevo portaaviones sea una versión modernizada del "Variag".
Por primera vez, un alto cargo de las fuerzas navales de China anunció los ambiciosos planes de construcción del portaaviones. El que China planeara disponer de portaaviones más potentes, se conocía desde hace tiempo. Lo afirmaban en sus artículos expertos militares chinos, declaraban en entrevistas a los medios algunos ejecutivos de la industria.
Ello, no obstante, a tenor con la arraigada tradición china, aun cuando un importante proyecto militar haya dejado de ser un secreto para la prensa nacional y extranjera, siendo ampliamente comentado por expertos, los comentarios oficiales tardarían varios años en aparecer.
Las decisiones de hacer públicos proyectos tan ambiciosos como la construcción de portaaviones se adoptan en la cúpula política. Por regla general, esto se hace cuando el no reconocimiento de la existencia del proyecto o la renuncia a los comentarios se tornan evidentemente contraproducentes.
La modernización del "Variag" en los astilleros de Dalian (China) fue oficialmente reconocida poco antes de las pruebas de navegación.
El momento crucial, en vísperas del cual el alto cargo chino hizo su declaración, probablemente, sea el comienzo de la construcción o ensamblaje del casco del segundo portaaviones en los astilleros de Shanghái que será perfectamente detectable desde el espacio.
De lo anunciado por Song Xue se desprende que el nuevo portaaviones sería más grande que el "Variag" y, al mismo tiempo, sería su versión modernizada, pero no tendrá catapulta ni grupo energético nuclear.
Solo el año pasado, ingenieros y científicos chinos empezaron a desarrollar un modelo experimental de tal reactor, destinado para buques de superficie. Consiguientemente, para concluirlo se necesitarán años de trabajo.
El nuevo portaaviones llevará instalados sistemas de defensa, ensayados en el "Liaoning", en particular, los misiles antiaéreos FL-3000 y cañones antiaéreos del tipo 1130. Los sistemas de gobierno y equipos radioelectrónicos serían sometidos a modernizaciones a base de la experiencia de explotación del "Liaoning". La aviación de cubierta estaría integrada por cazas J-15 y varios aviones JL-9 en la versión naval, así como helicópteros.
Al desarrollar el nuevo portaaviones, los ingenieros chinos procurarían superar las deficiencias fundamentales del "Liaoning", relacionadas con las reducidas dimensiones del hangar para aviones. Para el crucero portaaviones ruso Almirante Kuznetsov estaba previsto un grupo aéreo integrado por veinticuatro cazas. Es posible que en el "Liaoning", a cuesta de la optimización del diseño, el grupo aéreo conste de un número mayor de cazas, pero no sería un aumento sustancial. Por lo visto, los chinos procurarán elevar el número de cazas hasta doce a veinticuatro aparatos.
Si este año las obras de construcción se realizan a buen ritmo, el nuevo portaaviones entrará en servicio operacional hacia 2017-2018, justo cuando el "Liaoning" cumpla su misión fundamental: adiestrar la primera promoción de pilotos navales y oficiales, capaces de mandar buques de escolta de un portaaviones.
Lo más probable es que el nuevo portaaviones sea una versión modernizada del "Variag".
Por primera vez, un alto cargo de las fuerzas navales de China anunció los ambiciosos planes de construcción del portaaviones. El que China planeara disponer de portaaviones más potentes, se conocía desde hace tiempo. Lo afirmaban en sus artículos expertos militares chinos, declaraban en entrevistas a los medios algunos ejecutivos de la industria.
Ello, no obstante, a tenor con la arraigada tradición china, aun cuando un importante proyecto militar haya dejado de ser un secreto para la prensa nacional y extranjera, siendo ampliamente comentado por expertos, los comentarios oficiales tardarían varios años en aparecer.
Las decisiones de hacer públicos proyectos tan ambiciosos como la construcción de portaaviones se adoptan en la cúpula política. Por regla general, esto se hace cuando el no reconocimiento de la existencia del proyecto o la renuncia a los comentarios se tornan evidentemente contraproducentes.
La modernización del "Variag" en los astilleros de Dalian (China) fue oficialmente reconocida poco antes de las pruebas de navegación.
El momento crucial, en vísperas del cual el alto cargo chino hizo su declaración, probablemente, sea el comienzo de la construcción o ensamblaje del casco del segundo portaaviones en los astilleros de Shanghái que será perfectamente detectable desde el espacio.
De lo anunciado por Song Xue se desprende que el nuevo portaaviones sería más grande que el "Variag" y, al mismo tiempo, sería su versión modernizada, pero no tendrá catapulta ni grupo energético nuclear.
Solo el año pasado, ingenieros y científicos chinos empezaron a desarrollar un modelo experimental de tal reactor, destinado para buques de superficie. Consiguientemente, para concluirlo se necesitarán años de trabajo.
El nuevo portaaviones llevará instalados sistemas de defensa, ensayados en el "Liaoning", en particular, los misiles antiaéreos FL-3000 y cañones antiaéreos del tipo 1130. Los sistemas de gobierno y equipos radioelectrónicos serían sometidos a modernizaciones a base de la experiencia de explotación del "Liaoning". La aviación de cubierta estaría integrada por cazas J-15 y varios aviones JL-9 en la versión naval, así como helicópteros.
Al desarrollar el nuevo portaaviones, los ingenieros chinos procurarían superar las deficiencias fundamentales del "Liaoning", relacionadas con las reducidas dimensiones del hangar para aviones. Para el crucero portaaviones ruso Almirante Kuznetsov estaba previsto un grupo aéreo integrado por veinticuatro cazas. Es posible que en el "Liaoning", a cuesta de la optimización del diseño, el grupo aéreo conste de un número mayor de cazas, pero no sería un aumento sustancial. Por lo visto, los chinos procurarán elevar el número de cazas hasta doce a veinticuatro aparatos.
Si este año las obras de construcción se realizan a buen ritmo, el nuevo portaaviones entrará en servicio operacional hacia 2017-2018, justo cuando el "Liaoning" cumpla su misión fundamental: adiestrar la primera promoción de pilotos navales y oficiales, capaces de mandar buques de escolta de un portaaviones.
ach/as/sm
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