El secretario de Defensa estadounidense, Chuk Hagel, se plantea reducir el número de efectivos de sus Fuerzas Armadas
 si continúan los recortes presupuestarios en los próximos años. 
“La 
decisión aún no se ha tomado, pero el personal militar en activo puede 
ser reducido en 70.000 personas y el personal militar en reserva, en 
65.000”, señaló la semana pasada desvelando que la principal fuerza del 
mundo podría seguir el camino de algunos de sus socios occidentales para
 sortear la actual coyuntura económica. Gran Bretaña, Italia, Francia y Alemania ya han iniciado sendos procesos de reducción de tropas.
Estados Unidos,
 cuyos presupuestos de defensa protagonizan casi la mitad del gasto 
militar mundial, está estudiando una reducción de estos gastos de casi 
500.000 millones de dólares en los próximos diez años. De llevarse a 
cabo, el Gobierno norteamericano no tendrá más alternativa que elegir entre reducir el número de sus efectivos o limitar su capacidad combativa.
Si se opta por lo primero, señaló Hagel, se podrá continuar con proyectos como el del caza F-35
 –el programa militar más caro de la historia– y el de modernización de 
misiles para submarinos, además de no tener que dar de baja antiguos 
bombarderos de la Fuerza Aérea aún aptos para el 
servicio. Tampoco sería necesario reducir el número de portaaviones a 
ocho –tres menos que ahora–, como se ha barajado.
Una reducción 
en el número de tropas estadounidesnses afectaría previsiblemente a 
135.000 personas, entre militares en activo –70.000– y en la reserva 
–65.000–. 
Este es el camino que ya han iniciado sus más destacados 
socios de la OTAN. El año pasado Gran Bretaña anunció 
un recorte de 20.000 de sus efectivos, Italia otro de 33.000, Francia 
anunció una disminución de 54.000 y Alemania, por su parte, de 40.000. 
En España también se publicó hace un año que las 
intenciones de Defensa pasan por una reducción de 20.000 personas, entre
 personal militar –15.000– y civil –5.000–.
Consecuencias del secuestro fiscal
De
 momento el Pentágono ha tenido que asumir un recorte del gasto de 
37.000 millones de dólares en los presupuestos militares de este 
ejercicio y se enfrenta a otro de 52.000 millones en los de 2014.
La
 entrada en vigor el pasado 1 de marzo del denominado secuestro fiscal 
–un mecanismo diseñado para saltar en caso de que republicanos y 
demócratas no se pusiesen de acuerdo en las medidas de control del 
déficit, como finalmente ocurrió– está detrás de estas reducciones.
Infodefensa.com


 
 
 
 
 
 
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