De no pasar por un
millonario proceso de mantenimiento, a principios de 2014 los 12 Mirage
2000 serían dados de baja en la Fuerza Aérea de Brasil.
Fueron adquiridos por el ex presidente Lula en 2005, como aeronave de
trancisión, mientras se decidía ("rápidamente", se afirmaba...) cual
sería el nuevo caza de la FAB, asunto que ya transita en los corredores
políticos por más de 16 años, en uno de los procesos licitatorios más
extraños que han tenido lugar, incluyendo la salida de un ministro de
Defensa- el embajador José Viegas- bajo sospechas de favorecer la
entonces alternativa rusa, del SU-30- y el desliz, en 2009, del propio
Lula durante la visita del ex presidente Sarkozy a Brasil, anunciando la
victoria del Rafale.
Si en momentos previos a la llegada del
Mirage 2000 (cuya vida útil se estimaba originalmente hasta 2011) y
desprogramados los Mirage III, hasta debieron hacerse cargo de la
defensa aérea de Brasilia un grupo de veteranos EMB-326 Xavante, desde
la Base Aérea de Anápolis, hoy se habla de organizar un escuadrón
provisorio, con una cantidad de entre 6 y 12 F-5M, hasta que las
autoridades por fin elijan un sucesor para volver a equipar
"temporariamente" al 1er. Grupo de Defensa Aérea (1o. GDA), en momentos
en los que, además,están escaseando en el mundo las células de F-5
posibles de modernización, si este proceso se extiende.
En este contexto, ha caído muy mal en el
seno de la FAB, tanto el abuso de utilización de la flotilla VIP de la
Fuerza por autoridades, asesores y legisladores para viajes
particulares- por lo cual decidió publicarlos- así como el perdón de la
deuda externa a los países africanos, por más de 900 millones de
dólares, en momentos en que la cartera de Defensa sufre recortes de 500
millones, que también afectan a ministerios próximos, como los de
Ciencia y Tecnología o Desarrollo, Industria y Comercio Exterior,
aspectos que, directa o indirectamente, influyen en las áreas de Defensa
y Seguridad.
Javier Bonilla
defensa.com
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