Nacida
en 1526, año en que el maestro armero Bartolomeo Beretta de Gardone
Val Trompia (Brescia, Lombardía, Italia) pagó 296 ducados por la compra
de 185 arcabuces al Arsenal de Venecia, Beretta puede jactarse de ser
la más antigua fábrica de armamento del mundo, una historia de éxito
empresarial que llega a nuestros días al mando de la decimo quinta
generación de la familia Beretta y cuya actividad hoy se aglutina en un
holding, BDT (Beretta Defense Technologies). La clave de 500 años de
imparable crecimiento nos la proporcionaba Gianluca Baldassarre,
director de ventas de Defence & Law Enforcement: en estos 5 siglos
los socios de la empresa se han dedicado a reinvertir, y no a repartir,
los beneficios de la empresa. A este modelo de gestión se suma una
elevada y reconocida tecnología en el ámbito de la mecánica de precisión
que ha hecho de sus armas un referente mundial.
Pero en este largo camino, hace ahora
unos 15 años se produjo un importante punto de inflexión al asumir la
empresa la estrategia de comprar a aquellas empresas que habían sido sus
proveedores. Se cerraba así un círculo que les otorgaba el control
total sobre todo el proceso productivo. El culmen de esta estrategia es
el nacimiento, en 2011, del holding BDT, una evolución natural que
aglutina e integra a la empresa matriz, Beretta, junto a otras tres
compañías adquiridas por el grupo: Benelli, fundada en 1967 por los
hermanos Benelli, la finlandesa Sako y la empresa de origen alemán
Steiner.
Las cifras de BDT dan muestra del buen
hacer del holding: un volumen total de ventas de 480 millones de euros
el pasado año que prevén se incremente en éste a 510 millones y más de
2.600 empleados en factorías instaladas en todo el mundo.
Proveedor histórico en América Latina,
con toda su gama de amplia gama de armas de fuego: escopetas, rifles de
caza, fusiles, rifles de asalto, metralletas, revólveres y pistolas
semi-automáticas, Beretta tiene en México, Venezuela, Argentina, Perú,
Chile y Centroamérica sus principales mercados en esta parte del
continente. En el caso de Chile, el Ejército de Tierra demanda un cambio
de fusil, que requeriría un pedido de unas 20.000 unidades, siendo
fundamental a la hora de optar a este contrato la cooperación con FAMAE.
Beretta quiere optar con su ARX160, un fusil de asalto que fuera
desarrollado para cumplir con los requerimientos del programa "Soldado
del Futuro" del Ejército italiano. Superando las capacidades del M4 de
factoría estadounidense, el ARX160 puede adaptarse fácilmente a varios
calibres y al uso de cañones de distintas longitudes, además de ofrecer
un diseño ergonómico y la posibilidad de adaptar diversos componentes.
El fabricante italiano estima en 20 años su vida útil gracias
precisamente a este concepto de modularidad.
En el ámbito de las armas cortas, no
puede dejar de mencionarse su papel de proveedor para las FAS de EEUU,
con la M9 9 mm. Parabellum o el contrato para el suministro de 18.744
pistolas de la serie 92 destinadas a la US Air Force. Asimismo destacan
los contratos ganados con la “Gendarmerie Nationale” y “L’Armée de
l’Air” (Francia), el suministro de 45.000 pistolas 92 FS a la Guardia
Civil española, las 40.000 pistolas de la serie 92 provistas a la
Policía Nacional turca y un largo etcétera.
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