La Secretaría de Marina de México (Semar) desplegará el uso de drones, fabricados por la industria militar mexicana en apoyo a los operativos contra el crimen y de desastres naturales realizados por la Armada. El despliegue oficial de estas aeronaves, según la Semar, se realizará el próximo 1º de junio, Día de la Marina de México.
Los
equipos serán utilizados para ampliar la capacidad de vigilancia aérea,
tanto en situaciones de apoyo a la población ante desastres naturales
como en operaciones contra el crimen organizado, lo que economizará casi
al 100 % las operaciones de las fuerzas de la Semar. Este nuevo plan
eliminará en su totalidad los riesgos para los marinos ante situaciones
climatológicas adversas y ataques de grupos criminales contra aviones y
helicópteros de la Secretaría de Marina.
Los Vehículos Aéreos No Tripulados (VANT o UAV, por sus siglas en inglés) son unidades operativas de Infantería de Marina para la recolección de video y fotografía en tiempo real. Tienen capacidad de efectuar vuelos diurnos y nocturnos y utilizan combustible comercial (gasolina premium). De esta forma, los infantes de marina podrán efectuar reconocimientos en puntos geográficos a los que las fuerzas terrestres no tengan acceso seguro, en casos de inundaciones y en operaciones anticrimen, sin delatar de forma abierta su presencia.
Este proyecto forma parte de la operación del Sistema de Vigilancia Aérea No Tripulado S-4 Ehécatl (dios del viento azteca, en náhuatl), que trabaja la Armada desde hace un par de años. El Ehécatl es un avión de vigilancia diseñado y fabricado en el país norteamericano por Hydra Technologies de México.
Informes de la Secretaría de Marina revelan que estas aeronaves podrán cumplir con tareas de observación en un área específica, ya sea una comunidad aislada por deslaves o inundaciones o una casa de seguridad. Además, podrán participar en operativos de alerta temprana para vehículos de la institución durante su desplazamiento a una zona de conflicto.
La versatilidad del VANT táctico permitirá poder ensamblarlo y desplegarlo incluso durante una emergencia inmediata, como un enfrentamiento. Este vehículo tiene un alcance de hasta seis kilómetros de altura y una autonomía de 80 minutos. Está armado en fibra de carbono, tiene un peso de despegue de 9,5 kilogramos y una envergadura de 2,54 metros.
El costo de un VANT de la Armada de México es de alrededor de un millón de pesos (unos 77 mil dólares). A diferencia de los drones estadounidenses, estas unidades no estarán artilladas y únicamente servirán de reconocimiento aéreo.
De acuerdo con datos oficiales, en los últimos dos años, 14 aeronaves de la Armada de México han sufrido ataques de grupos criminales durante operativos contra la delincuencia organizada.
Infodefensa.com A. López
Los Vehículos Aéreos No Tripulados (VANT o UAV, por sus siglas en inglés) son unidades operativas de Infantería de Marina para la recolección de video y fotografía en tiempo real. Tienen capacidad de efectuar vuelos diurnos y nocturnos y utilizan combustible comercial (gasolina premium). De esta forma, los infantes de marina podrán efectuar reconocimientos en puntos geográficos a los que las fuerzas terrestres no tengan acceso seguro, en casos de inundaciones y en operaciones anticrimen, sin delatar de forma abierta su presencia.
Este proyecto forma parte de la operación del Sistema de Vigilancia Aérea No Tripulado S-4 Ehécatl (dios del viento azteca, en náhuatl), que trabaja la Armada desde hace un par de años. El Ehécatl es un avión de vigilancia diseñado y fabricado en el país norteamericano por Hydra Technologies de México.
Informes de la Secretaría de Marina revelan que estas aeronaves podrán cumplir con tareas de observación en un área específica, ya sea una comunidad aislada por deslaves o inundaciones o una casa de seguridad. Además, podrán participar en operativos de alerta temprana para vehículos de la institución durante su desplazamiento a una zona de conflicto.
La versatilidad del VANT táctico permitirá poder ensamblarlo y desplegarlo incluso durante una emergencia inmediata, como un enfrentamiento. Este vehículo tiene un alcance de hasta seis kilómetros de altura y una autonomía de 80 minutos. Está armado en fibra de carbono, tiene un peso de despegue de 9,5 kilogramos y una envergadura de 2,54 metros.
El costo de un VANT de la Armada de México es de alrededor de un millón de pesos (unos 77 mil dólares). A diferencia de los drones estadounidenses, estas unidades no estarán artilladas y únicamente servirán de reconocimiento aéreo.
De acuerdo con datos oficiales, en los últimos dos años, 14 aeronaves de la Armada de México han sufrido ataques de grupos criminales durante operativos contra la delincuencia organizada.
Infodefensa.com A. López
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