Perimetr es capaz de funcionar incluso sin la orden de una persona. Fuente: PhotoXpress
Un factor para la contención de una posible Tercera Guerra Mundial
será la presencia en Rusia de un sistema capaz de llevar a cabo un
ataque nuclear como respuesta incluso en el caso de que se destruyan
completamente los puntos de mando y el sistema de comunicaciones de las
Tropas de Misiles de Designación Estratégica. Este sistema, llamado
Perimetr, en Estados Unidos ha recibido el nombre de “Dead hand” (“Mano
muerta”).
El principal sistema de control de los misiles
estratégicos rusos se llama Kazbek, también llamado “maleta nuclear”. Perimetr
es un sistema alternativo de control de las fuerzas nucleares de Rusia. Está
pensado para dirigir de forma automática un ataque nuclear masivo.
El desarrollo del sistema de contraataque
garantizado comenzó en plena Guerra Fría, cuando se vio que los medios
existentes en la batalla radioelectrónica, en constante mejora, en el futuro
iban a ser capaces de bloquear los canales de control de los misiles nucleares
estratégicos. En ese momento surgió la necesidad de crear un medio de
comunicación de reserva que garantizara que las órdenes llegaran a los
lanzamisiles.
Entonces surgió la idea de utilizar como
mensajero un misil especial equipado con un potente dispositivo
radiotransmisor. Al volar sobre la Unión Soviética, este misil transmitiría
órdenes de lanzamiento de misiles no sólo a los puntos de mando de las tropas
de misiles nucleares, sino también directamente a los lanzamisiles. El 30 de
agosto de 1974, mediante un decreto secreto del gobierno de la URSS (Nº
695-227) se ordenó el desarrollo de este sistema a la compañía constructora de
misiles balísticos intercontinentales Yúzhnoye, de la ciudad de Dnepropetrovsk.
En la OTAN la creación de un sistema de
ataque nuclear que actúe sin la orden de una persona se considera algo inmoral.
No obstante, Estados Unidos posee un sistema parecido: el Emergency Rocket
Communications System.
Como base se tomó el modelo UR-100UTTH (según
la clasificación de la OTAN, Spanker). Las pruebas de vuelo comenzaron en 1979
y el primer lanzamiento con radiotransmisor se llevó a cabo con éxito el 26 de
diciembre. Las pruebas confirmaron la correcta interacción entre todos los
componentes del sistema Perimetr, así como la capacidad de la parte delantera
del misil de mando para mantener la trayectoria establecida.
En noviembre de 1984, un misil de mando
lanzado desde las afueras de la ciudad de Pólotsk envió una orden a la
lanzadera del misil balístico intercontinental RS-20 (SS-18 Satan), ubicada en Baikonur. El Satan se puso en marcha y, tras completar todos los niveles, se produjo una
caída controlada de la parte delantera en la zona designada para ello en el
polígono Kura de Kamchatka. En enero de 1985 el sistema Perimetr se puso en
servicio en el Ejército. A partir de ese momento se ha modernizado en muchas ocasiones
y en estos momentos como misil de mando se utilizan misiles balísticos
intercontinentales modernos.
Las cuatro condiciones
La base del sistema son los misiles balísticos
de mando. Estos misiles no vuelan sobre territorio enemigo, sino sobre Rusia, y
en lugar de cabezas nucleares, en sus partes delanteras llevan transmisores que
envían la orden de lanzamiento a todos los misiles militares existentes en
silos, aviones, submarinos y complejos terrestres móviles. El sistema es
completamente automático, de modo que el factor humano en su desarrollo está
totalmente excluido, o al menos reducido al mínimo.
En tiempos de paz, el sistema Perimetr
'dormita', aunque nunca deja de analizar toda la información que recibe. Cuando
se activa el modo de combate o se recibe una señal de alarma del radar de
detección de misiles, de las Tropas de Misiles de Designación Estratégica o de
otros sistemas, se inicia el seguimiento de una red de sensores para
identificar los posibles signos de explosiones nucleares.
La decisión de lanzar los misiles de mando la
toma un sistema autónomo de control, un complejo programa informático dotado de
la inteligencia artificial. Este programa recibe y analiza una multitud de
información: recopila datos sobre actividad sísmica y radioactiva, presión
atmosférica, intensidad de frecuencias de radio militares, y controla la
telemetría desde los puestos de observación de las Tropas de Misiles de
Designación Estratégica de Rusia, así como los datos del sistema de alerta de
ataques nucleares.
Si descubre, por ejemplo, un número
significativo de fuentes puntuales de radiación ionizante y electromagnética,
tras comparar esta información con los datos existentes sobre los movimientos
sísmicos en esas mismas coordenadas el sistema puede detectar un ataque nuclear
masivo. En ese caso, el sistema Perimetr puede iniciar un contraataque incluso
sin que haber recibido órdenes de Kazbek.
Otra opción es que el gobierno de un país,
tras recibir del radar de detección temprana de misiles la alerta de
lanzamiento de misiles desde otros países, active el modo de combate en
Perimetr. Si pasado un tiempo determinado no recibe la orden de desactivarse, el
sistema pone en marcha el lanzamiento de misiles. Esta decisión permite
descartar el factor humano y garantizar que el contraataque se lleve a cabo
incluso en condiciones de destrucción total de la comandancia y de fallos en
los cálculos de lanzamiento.
El gobierno de la Federación Rusa ha asegurado
en numerosas ocasiones a los países extranjeros que no existe ningún riesgo de
lanzamiento por error o no permitido de misiles. Antes de lanzar un ataque de
respuesta, Perimetr se asegura de que se cumplan cuatro condiciones.
En primer lugar, si se ha producido un ataque
nuclear. Después se comprueba la existencia de comunicación con el Estado
Mayor: si hay comunicación, el sistema se desactiva. Si el Estado Mayor no
responde, Perimetr comprueba la comunicación con Kazbek. Si allí tampoco
obtiene respuesta, su inteligencia artificial confiere el derecho a tomar la
decisión a cualquier persona que se encuentre en el puesto de mando. Solamente
después de esto se pone en marcha.
interesante
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