Algunas horas antes EEUU anunció la suspensión de los contactos diplomáticos con el régimen de Asad y deportación de los funcionarios de la embajada y los consulados sirios. Según opinan algunos analistas, Obama decidió tomar la revancha contra Moscú por Crimea.
El
18 de marzo las autoridades estadounidenses exigieron suspender el
trabajo de los consulados sirios en Michigan y Texas y de la embajada en
Washington. Todos los colaboradores de las representaciones
diplomáticas sirias, excepto ciudadanos norteamericanos, deben abandonar
el territorio de EEUU.
El enviado estadounidense para Siria, Daniel
Rubinstein, indicó que en Washington consideraban “inadmisible” tener en
el territorio nacional a diplomáticos nombrados por el régimen de
Bashar Asad. En el Departamento de Estado explicaron que no estaban
rompiendo definitivamente relaciones diplomáticos con Siria, que las
reanudarían cuando en Damasco haya un nuevo régimen.
Ya
la noche del 19 de marzo Israel dirigió sus aviones a los Altos de
Golán. Según la versión oficial, fue la respuesta de Tel Aviv a la
explosión de un jeep militar cerca de la frontera con Israel. En
general, no es la primera vez durante la guerra civil en Siria: la
Fuerza Aérea israelí de vez en cuando echa leña al fuego, bombardeando
instalaciones científicas, industriales y militares.
Pero, esta vez
parece ser que las acciones han sido sincronizadas: la deportación de
los diplomáticos (sirios) de EEUU, el ataque israelí, además del asalto
de los terroristas a la cárcel central de la ciudad de Daraa. A juzgar
por todo, Obama decidió desquitarse con Siria por el fracaso en Ucrania,
opina Borís Dolgov, experto del Instituto de Estudios Orientales de la
Academia rusa de Ciencias:
–La
decisión de la administración norteamericana de suspender sus
relaciones diplomáticas con Siria, y hasta amenazas, demuestran que EEUU
quiere tomar cierta revancha. Por lo que antes había sucedido con Siria
y por lo que acontece en Ucrania y Crimea. Se trata de presionar a
Rusia y a Siria. Cuando fue concertado el convenio sobre la destrucción
de armas químicas sirias, Barack Obama declaró que el nuevo ataque
militar se había postergado, pero no quitado de la agenda. No excluyo
que EEUU pueda en un momento intentar atacar. No es difícil encontrar el
pretexto: en primer lugar, el hecho de que no todas las armas químicas
sirias han sido sacadas del país.
Efectivamente,
Washington recientemente ha expresado con frecuencia su descontento por
los tiempos en los que las substancias tóxicas son sacadas de Siria.
Aunque la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ)
manifestara que los sirios ya se deshicieron de la mitad de sus
reservas. Hubiesen podido hacerlo más rápido, pero las convoyes con las
armas químicas constantemente se vuelven objeto de ataques y bombardeos,
perpetrados justamente por la oposición que apoya obstinadamente la
Casa Blanca.
Su líder, Ahmad Yarba, con lágrimas en los ojos pide al
Occidente establecer la zona libre de vuelos sobre Siria. Es muy posible
que ahora sus ruegos sean escuchados, señala Vilén Ivanov, asesor de la
Academia rusa de Ciencias:
–Al
perder claramente en Siria, en todas las etapas anteriores del
conflicto, y tomando en cuenta el evidente fiasco en relación con los
acontecimientos en Ucrania, EEUU apuesta por la fuerza y va a seguir su
línea con respecto a Siria y el Medio Oriente. Se puede esperar aumento
de tensión de la conflictiva situación en esa región.
La zona libre de
vuelos es muy posible. Esa clase de prácticas existió en la política
estadounidense con respecto a Libia, donde ellos pasaban a bombardeos.
En
la Casa Blanca, por lo visto están convencidos de que Moscú está
ocupado actualmente con asuntos ucranianos: el 17 de marzo la península
de Crimea y la ciudad de Sevastópol pasaron a formar parte de la
Federación de Rusia, los disturbios y opresiones contra la población
rusa continúan en el sureste ucraniano. Y en esa situación favorable
desde su punto de vista, es posible realizar una operación militar.
Barack Obama cree poseer el don de seguir todos los campos de la tabla
mundial de ajedrez y preparó un inesperado golpe en el flanco. Sin
embargo, los sucesos más recientes demostraron que Vladímir Putin
al menos no juega peor al ajedrez global. Y si Washington al fin se
decidió a recurrir a la fuerza en el tema sirio, pues entonces le
esperan muchas sorpresas. Para empezar, el veto en el Consejo de
Seguridad de la ONU, que desde luego no va a detener a EEUU y a la OTAN,
no obstante será difícil calificar sus acciones de legítimas.
Por
cierto, los expertos de las Naciones Unidas establecieron que los
asesinatos masivos de prisioneros en Siria eran obra de los hombres
armados de la oposición. Por ejemplo, ellos convirtieron en cárcel el
hospital infantil en Aleppo, en el patio del sanatorio se realizaron
masivas ejecuciones.
Pero, a Washington poco le preocupan esas
inclinaciones extrañas de los “posibles futuros gobernantes” de Siria.
La Casa Blanca ya está acostumbrada a lograr sus objetivos con manos
ajenas: ya sean las de los nazis en Ucrania o de los yihadistas en Siria
y Libia.
Foto: EPA
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