Corea del Sur ha aprobado
la adquisición de cuatro UCAVs RQ-4 Global Hawk Block 30 de Northrop
Grumman. Así lo ha confirmado la DAPA (Administración Surcoreana del
Programa de Adquisiciones de Defensa) durante esta semana, que
especifica que la compra se llevará a cabo a través del programa de
Ventas Militares al Extranjero de Estados Unidos (FMS). La operación
está valorada en unos 814 millones de dólares.
El gobierno surcoreano ha revalidado
esta adquisición con el objetivo de optimizar las capacidades de
monitorización y vigilancia en las fronteras terrestres y marítimas con
Corea del Norte, lugar habitual de conflicto por las provocaciones de
Pyongyang que han traído problemas importantes, como el hundimiento de
la corbeta surcoreana Cheonan en 2010.
La entrega de la primera aeronave, que está capacitada para cargar con más de 1.300 kilos de armamento, está prevista para 2018.
El proceso de selección de este avión no tripulado de gran altura comenzó a finales de 2012 con la notificación al Congreso estadounidense de una potencial compra por parte de Seúl, y su confirmación oficial se alargó durante todo el pasado 2013, teniendo como candidatos al Phantom Eye de Boeing y al Global Observer de AeroVironment.
Aunque siempre destacó por encima de ellos el UCAV de Northrop, éste no convencía a las autoridades surcoreanas por su alto precio, ya que en un primer momento la operación se valoró en más de 1.000 millones de dólares, si bien sus capacidades eran las que mejor se adaptaban a los requisitos militares del proyecto.
El anuncio de esta adquisición coincide con la resolución del programa F-X para la compra de 40 cazas F-35A de Lockheed Martin por parte de Corea del Sur.
La entrega de la primera aeronave, que está capacitada para cargar con más de 1.300 kilos de armamento, está prevista para 2018.
El proceso de selección de este avión no tripulado de gran altura comenzó a finales de 2012 con la notificación al Congreso estadounidense de una potencial compra por parte de Seúl, y su confirmación oficial se alargó durante todo el pasado 2013, teniendo como candidatos al Phantom Eye de Boeing y al Global Observer de AeroVironment.
Aunque siempre destacó por encima de ellos el UCAV de Northrop, éste no convencía a las autoridades surcoreanas por su alto precio, ya que en un primer momento la operación se valoró en más de 1.000 millones de dólares, si bien sus capacidades eran las que mejor se adaptaban a los requisitos militares del proyecto.
El anuncio de esta adquisición coincide con la resolución del programa F-X para la compra de 40 cazas F-35A de Lockheed Martin por parte de Corea del Sur.
J.Martínez
defensa.com
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