Las corbetas del proyecto Visby son pocas: hasta
ahora se han construido solo cinco naves. Sin embargo combinan varias
características originales que les permiten abordar una serie de
misiones de combate con un riesgo mínimo de ser detectadas.
Una de las tendencias más interesantes en el desarrollo de tecnología militar en las últimas décadas son las llamadas tecnologías furtivas
('stealth'), es decir un paquete de medidas destinadas a reducir las
posibilidades de detección de un avión o un buque de guerra por parte de
radares enemigos.
Sin embargo, cuando estas medidas se aplican al desarrollo de aviones de
combate, la aerodinámica de las aeronaves sigilosas con frecuencia se
ve mermada.
Los buques de guerra, por su parte, no son tan exigentes en
cuanto a la parte 'superficial'
de su diseño. Por lo tanto, en los últimos años han surgido varios
proyectos de buques que de una u otra forma tratan de esquivar el 'omnividente' ojo de los radares.
Mientras que algunos estados solo han adoptado algunas de las soluciones técnicas de estas tecnologías, o solo desarrollan proyectos de naves furtivas, Suecia desde hace años está operando varias corbetas, diseñadas aprovechando todas las medidas que permiten reducir al máximo su sección trasversal de radar.
Las corbetas del proyecto Visby son pocas: hasta ahora se han
construido solo cinco naves. Sin embargo combinan varias
características originales que les permiten abordar una serie de
misiones de combate con un riesgo mínimo de ser detectadas.
El propio Visby, la cabeza de serie del proyecto, fue botado en 2000
y entró en servicio de la Armada de Suecia solo en 2005. Los
trabajadores de la empresa sueca Kockums lograron construir el primer
buque de guerra del mundo que reúne todas las características de la tecnología 'stealth'.
Diseño
La nave está construida casi totalmente en fibra de
carbono, el mismo material utilizado en los chasis de los autos de
Fórmula Uno y los cascos de los yates de carreras. La fibra es más
liviana que el acero y el Visby, de 640 toneladas de desplazamiento,
pesa la mitad que una corbeta convencional. Su diseño angular le proporciona una detectabilidad mínima por parte del radar ; en su plataforma puede llevar un helicóptero y un cañón que puede retraerse para hacerla todavía menos visible.
John Nilsson, uno de los diseñadores, señaló en su momento: "Somos capaces de reducir la detectabilidad por
radar en un 99%. Ello no significa que sea un 99% invisible, sino que
se ha reducido al mínimo el margen de detección". En otras palabras, el
radar Visby es capaz de localizar a un enemigo que esté a 100
kilómetros, mientras que el enemigo podría detectarlo solo a una
distancia de 30 kilómetros.
El Visby tiene 73 metros de eslora, 10,4 de manga, 2,4 metros de calado y puede desarrollar una velocidad de 35 nudos.
El principal factor que permitió reducir el peso de la nave fue el
original material compuesto con el que están construidos varios
elementos estructurales de gran importancia. El material básico que se
utilizó para fabricar el casco y la superestructura es un conjunto de
polímeros reforzados con fibra de carbono y de vinilo.
Una de las principales razones para utilizar este material compuesto es su baja reflectividad de ondas de radio .
Todos los sistemas de armas y equipos de amarre están instalados dentro de carenados del mismo material que el cuerpo.
A pesar de la sofisticada geometría de la estructura superficial, la
forma 'subacuática' de la nave es 'tradicional', ya que ello no la hace
más visible para los radares .
Armas
Al desarrollar las corbetas clase Visby, los ingenieros previeron la posibilidad de 'especializar'
cada embarcación de esta clase para el cumplimiento de misiones
específicas. Así, los primeros cuatro buques están armados para buscar
submarinos y minas marinas, así como para desempeñar operaciones de
escolta de convoyes. La quinta corbeta está dotada de armas antibuque.
Al mismo tiempo, todos los buques de esta clase disponen de algunos
sistemas de armas comunes. En la proa se ubica el cañón automático
Bofors Mk3 de 57 milímetros. Con una cadencia de fuego de 220 disparos
por minuto, esta arma tiene un alcance de 10-11 kilómetros. Sus
proyectiles de metralla disponen de una espoleta a control remoto, característica que permite detonar la carga en el momento oportuno.
En la proa del buque también están instalados ocho lanzadores de
misiles antisubmarinos Alecto. Además, el sistema de control de los
Alecto permite rechazar ataques de torpedos desde dos direcciones. En la popa los buques disponen de lanzadores de torpedos.
La quinta corbeta clase Visby (la Karlstad) tiene un conjunto
diferente de armas.
Se supone que la misión de la corbeta será detectar y
atacar a las naves enemigas con misiles guiados. En lugar de
lanzatorpedos lleva en la popa misiles antibuque Bofors Dynamics RBS 15
Mk2, con un alcance de 200 kilómetros y una ojiva de 200 kilos de peso.
En su versión antisubmarina, las corbetas clase Visby portan un
helicóptero Augusta A109 con el equipo de radio electrónico apropiado.
Uso real
A pesar de su modesto desplazamiento ,
las poco numerosas corbetas Visby siguen siendo barcos muy potentes y
atraen el interés por la gran cantidad de alta tecnología que albergan.
Sin embargo, en los años transcurridos desde su puesta en servicio,
estas naves han participado solo en ejercicios navales y nunca han sido
capaces de demostrar todo su potencial en operación en un conflicto
real.
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