En
 medio de rumores respecto a una posible nueva postergación y el 
anuncio, por otra parte, de un diario de  Sâo Paulo respecto a la 
victoria final del Rafale, tras la visita del ministro de Defensa, Celso
 Amorím a la India, que lo acaba de elegir, Boeing ha hecho saber que 
congelaba el precio del Súper Hornet al año 2009, lo que en la práctica 
significa una rebaja del 12%, muy valiosa en el actual contexto. A su 
vez, se espera que una vez alcanzada una mayor escala industrial, tras 
la venta a la India, Dassault pueda ofrecer a Brasil y Emiratos precios 
mejores, aprovechando también la depreciación del euro frente a otras 
monedas.
Mientras tanto, portavoces de Boeing 
afirmaron que "al tener una línea de producción activa-en alusión al 
Rafale- podemos ofrecer precios aún a la baja y operar dentro de una 
economía de escala". El ministro Amorím, desde que era canciller 
favorable al Rafale, insiste  en que el futuro caza de la FAB se elegirá
 por "transferencia tecnológica", concepto más que opinable, ítem que 
estaría más cubierto por la oferta de Saab, de desarrollar el Gripen NG,
 conjuntamente con Embraer y proveedores locales en Brasil, habilitando 
su posterior venta en toda América.
  
Sin embargo, el factor inflacionario, que podría obligar a recortar nuevamente, unos 30.000 millones de dólares del presupuesto, implicaría una nueva dilación en este insólito proceso que lleva, al menos 12 años. Si esto sucediera, sabiendo que la presidente Dilma Rousseff quiere ver volando los nuevos cazas en 2014, también Boeing resultaría favorecida, por ser el único fabricante que puede cumplir en tiempo record con tal entrega y, a su vez, conseguir que el gobierno estadounidense- que tendrá la última palabra en relación al Tucano en USA, cuestionado al respecto por Hawker Beechcraft- preste a la FAB algunos F-18 de transición.
(Javier Bonilla)
http://www.defensa.com/
Sin embargo, el factor inflacionario, que podría obligar a recortar nuevamente, unos 30.000 millones de dólares del presupuesto, implicaría una nueva dilación en este insólito proceso que lleva, al menos 12 años. Si esto sucediera, sabiendo que la presidente Dilma Rousseff quiere ver volando los nuevos cazas en 2014, también Boeing resultaría favorecida, por ser el único fabricante que puede cumplir en tiempo record con tal entrega y, a su vez, conseguir que el gobierno estadounidense- que tendrá la última palabra en relación al Tucano en USA, cuestionado al respecto por Hawker Beechcraft- preste a la FAB algunos F-18 de transición.
(Javier Bonilla)
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