Japón
y EEUU mantienen negociaciones para permitir la reubicación, a partir
de la próxima primavera, de un contingente de aviones espía
estadounidenses en territorio nipón de cara a reforzar la seguridad en
la región, informó el diario Asahi.
Con esta estrategia, EEUU
trasladaría los tres drones con los que cuenta en su base militar de la
isla de Guam (situada en el Pacífico, al sur del archipiélago japonés) a
la base militar de Misawa (norte de Japón), que cuenta con cerca de
5.200 soldados estadounidenses.
Según el diario, los aviones espía estadounidenses Global Hawk
podrían estar plenamente operativos para los meses de verano, un
periodo en el que la temporada de tifones en la región impide en muchas
ocasiones que puedan ser utilizados en Guam.
Con estos drones, EEUU
puede captar imágenes en alta definición, ondas de radio y rayos
infrarrojos que le permitirán obtener información y analizar la
actividad en otras bases militares, puertos y aeropuertos en la región,
sobre todo ante la amenaza nuclear de Corea del Norte.
Los
Global Hawk son capaces de volar a una altitud de 18.000 metros durante
más de 30 horas, al tiempo que permiten ser programados para cubrir
rutas y recopilar información específica.
Al margen de este acuerdo,
según reveló un informe publicado a finales de julio por el Ministerio
nipón de Defensa, Japón necesita incrementar su capacidad defensiva con
la compra de aviones espía y recursos de la marina para hacer frente a
la potencial amenaza que supone China y Corea del Norte.
Según el diario, en 2015 Japón planea adquirir entre tres y cuatro aviones Global Hawk, que espera utilizar para compartir información con EEUU y realizar labores de vigilancia sobre todo en la zona de las islas Senkaku/Diaoyu, administradas por Tokio y punto de habitual fricción con China, que reclama su soberanía.
Además
de para cuestiones de Defensa, estos drones pueden ayudar a recoger
datos sobre contaminación radiactiva en la zona de la accidentada planta
nuclear de Fukushima Daiichi.
Tras el inicio de la crisis atómica a
causa del terremoto y el tsunami de marzo de 2011, Washington hizo volar
un Global Hawk sobre la central para tomar fotos y recopilar
otros datos como parte de las operaciones de asistencia llevadas a cabo
por el ejército de EEUU en suelo nipón.
http://www.revistatenea.es
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