Hasta que se determinen
las razones del accidente en el que resultaron heridos seis marineros
de la fragata de la Armada española “Almirante Juan de Borbón” (F-102)
mientras realizaban pruebas con señuelos de misiles, la Armada no
volverá a realizar prácticas de este tipo por razones de seguridad.
El pasado miércoles, durante un
ejercicio rutinario de carga de tubos lanzadores de señuelos, destinados
a intentar desviar misiles de fuego enemigo, se produjo el
«lanzamiento fortuito» de uno de esos dispositivos. Aunque debería estar
inerte, sin carga explosiva, su deflagración provocó heridas leves a
seis integrantes de la dotación, que a día de hoy han recibido ya el
alta médica.
El Ministerio de Defensa, a través de la
Armada, comunicaba que “mientras no se aclaren las causas del
incidente, se ha prohibido realizar nuevas pruebas de este tipo”. Según
el rotativo La Voz de Galicia, esta medida de seguridad afecta a la
práctica totalidad de los buques de gran porte de la Armada española.
La prohibición se ha aplicado a las
cinco fragatas de la serie F-100; a las seis de la serie F-80; a los
buques anfibios y de proyección logística Galicia y Castilla; al
megabuque Juan Carlos I; a los barcos de aprovisionamiento en combate
Patiño y Cantabria, a cuatro Buques de Acción Marítima (BAM) y a dos
corbetas.
defensa.com
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