Como viene sucediendo en las últimas semanas, Estados Unidos ha vuelto a reforzar su presencia militar en Europa del Este. Ayer anunció el envío de una flota de aviones de combate F-16 a Polonia.
Un portavoz del Pentágono informa de que los doce F-16 Fighting Falcon llegarán a la Base Aérea de Lask, en Polonia, desde la Base Aérea de Aviano, en Italia, junto a 300 miembros de las Fuerzas Armadas estadounidenses.
El secretario de Defensa, estadounidense, Chuck Hagel, adelantó la semana pasada que la situación en Ucrania llevaría a EE.UU. a aumentar la presencia de sus aviones en el este de Europa.
Sin embargo, el coronel Steven Warren
enmarcó el envío de estos aviones de combate en “el despliegue
rotatorio de aviación estadounidense que empezamos a finales del 2012”.
Warren aseguró que esta operación es “consistente con la larga relación
de socios entre EE.UU. y Polonia.
Aumentar el despliegue de aviones es una decisión deliberada para
demostrar a nuestros aliados que el compromiso de EE.UU. con la defensa colectiva es creíble y permanece vigente”.
El pasado 9 de marzo, Hagel se entrevistó con el ministro de Defensa, Tomasz Siemoniak, para decidir en qué lugar exacto se instalarían los aviones. El coronel Warren insistió en que la aviación seguiría rotando, y que lo único que se ha hecho es aumentar el número de los que ya estaban previstos.
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