El pasado mes de noviembre el USCG
“Bertholf” regresaba a su base en Alameda, California, tras 144 días de
patrullaje en el Ártico. El “Bertholf” es el primero de la nueva clase
de patrulleros oceánicos (OPV) de la clase Legend, que inició sus
operaciones en 2008. Actualmente están en servicio tres buques
oceánicos de este tipo, y se construye un cuarto. El último de la
serie, el USCG Stratton, fue comisionado a mediados del 2012, en la
misma base naval de Alameda. Los otros dos modelos operacionales son el
“Bertholf” y el “Waesche”, todos operando desde su sede en la Isla de
la Guardia Costera en Alameda, California, desde febrero del 2012, fecha
en que fueron recibidos por el Almirante Robert Papp Jr., comandante
general del USCG (US Coast Guard Home).

Los navíos son propulsados por una
turbina de gas, y dos motores diésel, que permiten una velocidad máxima
de 28 nudos, proveyendo un radio de acción de las 12.000 millas
náuticas. Su complemento es de una tripulación de 113, con 14
oficiales. Los Legend tienen una eslora de 418 pies (126 metros), y
desplazan 4500 toneladas. Cada nave tiene un costo de 700 millones de
dólares, esperándose completar 8 navíos para remplazar 12 OPV de la
clase Hamilton, pero, además de los tres ya en servicio, solo se han
asegurado pedidos por dos más, y fondos para seis.

Las condiciones en el Norte, en los
confines de Alaska, son particularmente arduas en los navíos de
patrulla, por lo que requieren que sus sistemas se encuentren en óptimas
condiciones. Se requiere que los oceánicos Legend emprendan patrullas
de 60 días de operación, consumiendo menos combustible que los modelos
anteriores, y con tripulaciones reducidas.
Estos navíos de patrullaje oceánico nacional (National Security Cutter) forman el núcleo del programa Deepwater del
USCG, que continua su desarrollo, si bien a paso lento y bastante
complicado y corto de fondos, proveyéndole al servicio de guardacostas
estadounidense (USCG) nuevos patrulleros marítimos y sistemas avanzados
de detección naval. El programa tiene sus orígenes hace más de diez
años, pero tuvo una revisión importante en noviembre del 2002, cuando se
comisionó a la RAND la evaluación del programa para determinar si
cumplía con los nuevos requisitos encomendados al USCG tras los ataques
del 11 de Septiembre. El Deepwater visualizaba la modernización del
servicio y el reemplazo de más de 100 patrulleros, con una duración de
apertrechamiento de 20 a 25 años, substituyendo efectivamente todo el
material provisto por el anterior Programa Legacy, y complementado con
un nuevo sistema de comando, control, comunicación, computación,
inteligencia, vigilancia y reconocimiento (C4ISR) y un sistema logístico
integrado (ILS). El estudio del RAND determinó que el programa
Deepwater debía acelerarse y también expandirse. Sin embargo, los
programas de apertrechamiento han alcanzado costos estratosféricos y
difíciles de manejar.


Fotografías:
1. disparando el Bofors de 57mm (USN Gregory A. Harden II)
2. USCG 751 Waesche
3. USCG 752 Stratton
4. USCG 722
5. Bofors de 57mm
http://www.defensa.com
0 comentarios:
Publicar un comentario