El hundimiento de los presupuestos y el despegue de los drones
 marcan los dos extremos entre los que se ha movido el sector industrial
 de la defensa occidental este año. Pero es la primera circunstancia, 
sin duda, la que más ha pesado en el resto de los movimientos generados 
en los últimos doce meses. La crisis está detrás de los intentos de 
fusión, marcados por el acuerdo fallido entre los gigantes industriales 
europeos EADS y BAE; ha influido en 
las convulsiones del mercado de aviones de combate; está empujando a la 
industria a conquistar cuotas en los países emergentes, y la anima a la 
vez a desviar inversiones hacia nuevas áreas de negocio, entre otros 
fenómenos. Para los próximos años, todo indica que se continuará caminos
 similares.
 
La coyuntura no muestra signos de cambiar en los 
próximos años, por lo que las medidas de austeridad volverán a incidir 
sobre los costes de seguridad y defensa en 2013 y durante los ejercicios
 siguientes. Sobre todo en Europa.
 
El mayor comprador de sistemas de defensa del viejo continente, Gran Bretaña,
 gastará durante el nuevo ejercicio cerca de 400 millones de euros menos
 que en 2012. Serán 43.000 millones en total, y continuará bajando. En 
2014 apenas alcanzará los 41.800 millones de euros y la cuesta abajo aún
 no habrá terminado. Para los siguientes años se prevén nuevos recortes.
 
El
 gigante alemán, por su parte, va a experimentar en 2013 un espejismo, 
el de un incremento de 1.400 millones de euros en sus gastos militares, 
debido en gran parte a la ejecución una subida de sueldos prometida. En 
los años siguientes, en cambio, las aguas volverán al cauce de 
austeridad y la defensa germana dispondrá en 2015 de unos 800 millones 
de euros menos que los 33.000 millones con los que va a contar durante 
el nuevo ejercicio.
 
Francia, por su parte, aún 
debe definir su hoja de ruta para los años 2014 y 2019, pero nada lleva a
 pensar que no vaya a seguir otro camino que no sea el de los recortes. 
De momento, para 2013, considerado un año de transición por el Ministerio de Defensa, Francia empleará 31.400 millones de euros, en línea con lo presupuestado para el ejercicio 2012.
 
El más pequeño de los cuatro grandes europeos, Italia,
 lo tiene mucho peor. Tras un recorte de un 28% en 2012 el Ejecutivo ha 
diseñado otra mordida adicional de un 26,5% hasta el año 2015. Ese 
ejercicio sus gastos militares rondarán los10.000 millones, 3.000 
millones menos que ahora. Para poder cumplir tan magras expectativas, su
 Gobierno se planteó en 2012 medidas tan drásticas como vender o incluso donar un tercio de los buques.
 
En la misma línea de reducción de gastos están Holanda, España y Grecia, que también continuarán disminuyen sus partidas en el sector
 
Tanto
 rigor financiero se extenderá, como dicen los pronósticos, a los 
ejercicios inmediatos, pero, además, podría comprometer lo que ocurrirá a
 mucho mayor plazo, incluso cuando la crisis haya quedado atrás.
 
Sobre este punto la Agencia Europea de Defensa (EDA)
 advertía hace tres meses sobre la necesaria cooperación urgente para 
que los recortes no afecten también a la capacidad futura de la 
industria europea por mantenerse en la vanguardia tecnológica. La EDA
 ponía la voz de alarma en el sector aeronáutico militar, pero su 
diagnóstico también puede extenderse a todo el sector industrial de la 
defensa.
 
La directora de esta agencia transnacional, Claude-France Arnould, advertía de que algunos trabajos financiados por la EDA han demostrado recientemente el riesgo que corre Europa de perder importantes conocimientos técnicos e industriales desde ahora y hasta el año 2020.
 
Para evitarlo, la Unión Europea (UE)
 presentó el 13 de septiembre la nueva hoja de ruta del desarrollo 
aeronáutico europeo, con el que persigue elevar el perfil investigador 
aeronáutico del viejo continente.
 
De esta manera se trata de 
evitar, entre otros, una posible merma de la capacidad de producir 
aviones de combate avanzados, y el peligro de que Europa quede muy atrás en la competición por aumentar las capacidades de los nuevos sistemas aéreos sin tripulación (UAS), el desarrollo que mayor interés está levantando en la industria.
Infodefensa.com
G. Soriano







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