El
prototipo de la primera pistola metálica impresa ha sido el legendario
Colt de calibre 45, diseñada en 1911 por John Moses Browning. El modelo
M1911 es empleado hasta el día de hoy por los infantes de Marina y por
las unidades especiales de EEUU. Todos los detalles de la pistola,
incluso el estriado del cañón, fue fabricado con polvos de acero
inoxidable y con una aleación de níquel, mediante el denominado proceso
de sinterización por láser. La pistola así "modelada" exhibió una
elevada precisión de tiro.
Surge
la pregunta de ¿a quién le podría interesar el nuevo método de
producción de armas? Hay que precisar de inmediato que la impresora
tridimensional 3D, capaz de acuñar piezas metálicas, es un aparato
voluminoso, complejo y dispendioso. Además, para los norteamericanos
resulta más simple y más rápido comprar un arma hecha en tiendas
especializadas, explica Alexánder Kudriashov, director de la revista Calibre:
–En
EEUU, la única pieza numerada que se comercializa es el armazón del
arma. Para todo el resto no está limitada su venta. Es decir, usted
puede hacer el encargo y por correo van a enviarle las partes que sean
de un arma de la firma que quiera. El problema está solo en el armazón,
pero en EEUU, su fabricación individual no constituye una violación de
la ley. De ahí que se vendan terminados en un 80 %. ¿Hasta qué grado
resulta interesante encargar todo esto a la impresora?
Emplear
las impresoras 3D para la fabricación de armas a personas que tienen
problemas con la ley no parece ser tampoco la decisión más conveniente,
considera el analista político Alexánder Goltz:
–Para
la persona que decidió hacerse con un arma ilegalmente existen otras
formas menos exóticas y más fáciles de adquisición. Por ejemplo,
comprarla en el mercado negro. Ello requiere menos gastos y lleva menos
tiempo.
Los
expertos estiman que el arma de fuego impresa no desatará el
crecimiento de la criminalidad. Los especialistas trazan un paralelo con
la pistola de plástico Liberator. Hace medio año, sus esquemas
detallados suyos estuvieron accesibles en Internet. Ello generó la
alarma de los escépticos, pero hasta ahora no se ha registrado un solo
crimen cometido con el empleo de Liberator.
La
noticia del "Colt impreso" ha sido más bien un artilugio mercadotécnico
de la firma de Texas. En su sitio, los diseñadores ofrecer fabricar, en
cinco días en una impresora tridimensional la pieza que sea de un arma.
Los
expertos aseguran al mismo tiempo que la competencia entre los
productores tradicionales y las firmas que trabajan con impresoras 3D
solo se irá agudizando con el tiempo. La impresión o acuñado de piezas
de plástico y de metal está cobrando un ritmo acelerado. Sobre todo en
la construcción de aviones y en la electrónica, señala el experto en
tecnologías láser Valeri Soldátov:
–Este
tipo de tecnologías es el futuro. Si se puede hacer un ejemplar, se
pueden hacer millones. Y no hay que gastar tiempo en la proyección del
modelo y en su fabricación.
Cuando
sean disminuidas las dimensiones de las impresoras 3D, estas podrán ser
empleadas en la exploración de otros planetas, supone Valeri Soldátov.
Pues, en esos aparatos será posible imprimir distintos equipos para las
colonias en Marte, por ejemplo.
Foto: Solid Concepts
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