Las Fuerzas Armadas rusas siguen mejorando su armamento estratégico.
El turno ahora es para el diseño y la producción del nuevo Complejo
Aéreo de Aviación de Largo Alcance (PAK DA por sus siglas en ruso). Los
expertos opinan que este proyecto podría no tener nada nuevo y que es
posible que se trate de una copia del bombardero americano “invisible”
B-2. ¿Es esto cierto?
Según los medios de comunicación rusos, la
corporación aeronáutica Túpolev está comenzando el diseño de un bombardero
estratégico llamado a remplazar a los aviones Tu-95 y Tu-160. Este nuevo avión, diseñado en forma de ala volante, será subsónico y
tendrá un sistema de ocultación a las señales de radar.
“El diseño de este futuro complejo de aviación
de largo alcance que remplazará a los bombarderos estratégicos Tu-95MS y Tu-160
comenzará en 2014”,
declaraba este verano el director del Estado Mayor del ejército, el general
Valeri Guerásimov. La producción en serie de este modelo, según los planes, se
iniciará en 2020.
Por su parte, un representante oficial del
Ministerio de Defensa informa que “el PAK DA estará equipado con todas las
armas futuras de alta precisión, incluidas las de capacidad hipersónica”. Al
mismo tiempo, el director general de la corporación de armamento Misiles
Tácticos, Borís Obnosov, declara que “ya se ha creado un misil hipersónico para
el nuevo bombardero, aunque por ahora sólo ha alcanzado unos cuantos segundos
de vuelo”.
Bombardero B-2
No obstante, los militares prefieren que el
avión sea subsónico. ¿Por qué se ha tomado esta decisión? Al parecer, depende
del uso militar que se le vaya a dar. Las opciones a elegir son un
avión-plataforma para misiles relativamente compacto y casi invisible para
todos los radares, o bien un avión hipersónico capaz de romper los sistemas de
defensa antiaérea existentes en base a su velocidad.
Sin embargo, hoy en día no existen soluciones
tecnológicas que permitan desarrollar un bombardero de gran tamaño y de una
visibilidad mínima capaz de volar a velocidad hipersónica. Por el contrario, un
avión subsónico de menor tamaño capaz de tener su base en aeródromos no muy
grandes, de baja visibilidad y equipado con misiles hipersónicos, permite
patrullar durante más tiempo una zona y a la vez alcanzar objetivos rápidamente
gracias a sus misiles de alta velocidad.
Fue precisamente en favor de esta
última combinación, existente en el B-2, que los norteamericanos abandonaron el
uso del bombardero supersónico B-1.
Pero, ¿son tan parecidos el B-2 y el PAK DA?
Desde el punto de vista científico-técnico, el parecido no consiste en otra
cosa que en seguir las leyes de la aerodinámica y otras leyes fundamentales que
definen un mejor rendimiento de la tecnología aeroespacial.
Cuando los constructores tienen la misma tarea
(o tareas muy parecidas), sus decisiones siguen la misma metodología. Pero
detrás de esta aparente similitud se esconde una infinidad de diferencias que
también definen el nivel de perfeccionamiento de uno u otro complejo militar.
En el pasado, pocos se mostraron sorprendidos
de que el Tu-144 y el Concord tuvieran una apariencia externa tan parecida. Del
mismo modo eran similares en su forma aerodinámica el F-15 y el Su-27, aunque
los constructores rusos, a pesar de haber comenzado su trabajo poco después,
consiguieron un avión indiscutiblemente mejor desde el punto de vista del
fuselaje.
Cabe señalar que los estadounidenses deben su
activa introducción de las tecnologías furtivas en sus aviones cazas y
bombarderos al científico ruso Piotr Ufímtsev. En abril de 1975, la sección de
proyectos en perspectiva de la corporación Lockheed recibió la traducción de un
artículo de Ufímtsev en el que este proponía un método para poder calcular la
señal de radar reflejada desde un cuerpo plano. Con este algoritmo se abrió la
posibilidad de diseñar un avión invisible en las pantallas de los radares.
Se puede decir que en ese momento comenzó
también la historia de los aviones furtivos. Más tarde, uno de los padres de
los aviones “invisibles”, Alan Brown, director del primer programa de camuflaje
Senior Trend de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos que comenzó en el año
1978, reconoció que la contribución de la teoría de Ufímtsev en la creación de
programas informáticos para tecnologías furtivas podía estimarse en un 30-40%.
Y esto es la base de esta nueva tecnología.
Fuente: www.tsagi.ru
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