Los aviones no tripulados de Indra, Pelícano y Mantis, realizan demostración en Cádiz

 

En el marco de las actividades de la Semana Europea de Robótica, que se celebra del 28 de noviembre al 4 de diciembre, Indra ha llevado a cabo una demostración de vuelo de dos de sus aeronaves no tripuladas (UAV, por sus siglas en inglés), el helicóptero Pelícano y el avión Mantis, en el aeródromo Tomás Fernández Espada, en Villamartín (Cádiz).
El helicóptero realizó un vuelo totalmente autónomo, despegando, cubriendo un trayecto entre puntos predefinidos, realizando varias maniobras a distintas velocidades y aterrizando sin intervención de piloto. 
 

El Pelícano es el primer UAV de ala rotatoria preparado para prestar servicio a bordo de un buque militar y se encuentra en su última fase de desarrollo, pudiendo entrar en servicio a principios de 2012. Indra ya ha conseguido adaptar su configuración para que vuele con motor de combustible pesado -no inflamable-, requisito imprescindible para que pueda ser utilizado por un buque militar.
El Pelícano es un sistema diseñado para desempeñar misiones de vigilancia en alta mar, lo que resulta especialmente efectivo en la lucha contra la piratería, y también puede desempeñar tareas de vigilancia para protección de bases e infraestructuras críticas, obtención de inteligencia, protección de convoyes, vigilancia de fronteras, gestión de emergencias (incendios forestales, inundaciones, desastres tecnológicos, etc.), y salvamento y rescate en litoral.
Para realizar estas misiones, el Pelícano puede transportar una carga de pago máxima de 50 Kg, con distintos tipos de sensores, cámaras electro-ópticas e infrarrojas, sistemas de inteligencia electrónica, sensores NRBQ o radares. En pruebas realizadas con el sistema electroóptico, obteniendo imágenes de alta definición a gran altura y contrarrestando las vibraciones. La información que recoge es enviada en tiempo real a la estación de control del helicóptero.
El Mantis, un UAV portátil

Indra también realizó una demostración de su UAV Mantis, el más pequeño (2,10 m de envergadura) de la familia de UAVs desarrollados por la compañía. El sistema, que ya está listo para entrar en servicio, puede ser transportado y operado fácilmente por una o dos personas. El Mantis facilitará que las unidades terrestres puedan observar cualquier objeto, estático o en movimiento, hasta 30 kilómetros desde su posición, logrando ver "al otro lado de la colina", aumentando la protección de las unidades, evitando sorpresas.
El aparato realizó, al igual que el Pelícano, un vuelo autónomo, siguiendo un plan de vuelo preestablecido, y exploró la zona utilizando una cámara electroóptica giroestabilizada que envió imágenes en tiempo real. Desde la estación de control de tierra los operadores siguieron el vuelo y recibieron las imágenes. El sistema está adaptándose para incorporar un sistema de aterrizaje de precisión por láser.